Opinión de Reynaldo Hernández
Hostos, Duarte. Lejos de tener políticas de protección estatal, nuestra ancianidad ve llegar sus últimos días, muchos, luego de entregar sus fuerzas de trabajo, en la mas abyecta de las miserias humanas, sin que nuestros representantes en materia legislativa hayan ponderado tal situación, por el contrario, han convertido el palacio del Congreso Nacional en un basural, un estercolero, conformados por ofidios de mal agüero, cuyos asientos hoy, ocupados por ratas conuqueras, lobistas, contratistas, ofidios, entre otros esperpentos, por lo que lo observado por las mafias congresuales recientemente es propio de una nación sin institucionalidad, dirigidas por camorras insertas en los partidos del sistema…..