Probablemente a la hora de elegir una prenda nos fijamos en varias factores como su aspecto, talla, precio y calidad de los materiales pero hay algo en lo que probablemente nunca reparamos: El cierre.

bragueta



Un cierre de mala calidad puede dejar una prenda totalmente inservible, por lo que para aquellas marcas de renombre este pequeño pero importantísimo elemento debe ser de muy buena calidad y no estropearse a las pocas semanas o incluso días de uso.

Y precisamente aquí es cuando entran esas curiosas siglas que quizás hayas visto en tu chaqueta o pantalón: YKK. Estas corresponden a un empresa japonesa que lleva por nombre Yoshida Kogyo Kabushikikaisha (Lo que traducido diría algo como Yoshida y Compañía Limitada) quien ha fabricado impresionantemente cerca de la mitad de todos los cierres que existen en el mundo.



Tal como menciona la revista Slate, este pequeño elemento fue inventado en Japón por un inmigrante suizo en 1917 y en 1934, Tadao Yoshida funda la compañía YKK en Tokyo, fabricando sus propias maquinas al no estar conforme con la calidad de las existentes en aquella época.

Desde ese año hasta ahora, la empresa YKK ha estado en constante mejora llegando a producir cada parte de este implemento bajo la filosofía de “El ciclo de la bondad” donde establecen que “nadie puede prosperar a menos que beneficie al resto”. En la práctica, esto se refleja en que la empresa está constantemente intentando subir la calidad de sus productos pero manteniendo el menor precio posible.

Actualmente en China existen cientos de empresas que fabrican cierres y son una reñida competencia de la empresa japonesa en varios países, pero especialmente en Europa, reconocidas marcas de alta costura no aceptan a otra empresa que les fabrique sus cierres para lograr mantener sus altos estándares de calidad y así asegurarse que ninguno de sus clientes vuelve desconforme a su local.

Así que ahora, además de fijarse en la marca y la calidad de la prenda revisen si esta tiene un cierre YKK, este simple gesto les podría ahorrar muchos, y quizás bochornosos, problemas en el futuro.

Fuente: BioBioChile