La adquisición de derechos e igualdades, sin duda, dio a la mujer una posición en la sociedad por la que luchó durante años. Así es que, del mismo modo que a los hombres, a ellas las desbordan las tensiones laborales, las enfurece un atasco en el tránsito que retrasa sus compromisos y les quita el sueño una discusión con su jefe.
Pero, además, el reloj biológico (que muchas veces es más ajeno que propio), un padre enfermo, las compras del mes, el turno con el pediatra, el faltazo sin aviso del jardinero y el divorcio de la mejor amiga ocupan un lugar no menos importante en sus cabezas.
Expertos aseguran que el estrés puede derivar de algo que ocurre a nuestro alrededor o de lo que ocurre en nuestro interior. La causa bien puede ser un problema laboral, una crisis familiar o un ataque de ansiedad o inseguridad.
Aquí algunas enfermedades provocadas por el estrés:
1. Enfermedades que afectan al corazón: al sufrir de estrés, se puede elevar la presión arterial y esto puede llegar a causar ataques cardíacos.
2. Trastornos en el ciclo menstrual: como las hormonas sexuales y las que se producen por el estrés se regulan por la misma glándula, que es el hipotálamo, pueden producirse diferentes problemas ovulatorios, irregularidad en el período o infertilidad.
3. Sentimiento de malestar en las extremidades superiores: está asociado a malas posturas, movimientos muy repetitivos e intensos, un ritmo de trabajo acelerado, vibraciones de manos y brazos o levantamiento de cargas.
4. Molestias en la piel: el estrés excesivo puede causar descamación, irritación, resquebrajamiento y picazón. También, puede propiciar la aparición de acné, excesiva caída del pelo, uñas quebradizas y erupciones.
5. Problemas digestivos: se presentan sin una causa aparente, pero en realidad son producto del cansancio y las tensiones del día. Gastritis, náuseas, diarreas, inflamación y dolor abdominal son los más comunes.
Fuente: https://www.elintransigente.com