Desde refrescos, hasta el queso. Comer alimentos «light» es cada vez más habitual, pues se suele pensar que son mucho más sanos que aquellos que contienen toda su grasa original. Sin embargo, una nueva investigación del Instituto Culinario de Estados Unidos y la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard ha desvelado que no son tan sanos como parecen, pues contienen –en muchos casos- más sal que los originales e, incluso, pueden no ser tan efectivas como se cree a la hora de hacer dieta y perder peso. Así lo afirma, al menos, la versión digital de la «CNN».
1-«Light» es sinónimo de saludable.
Se tienden a asociar los alimentos «light» con productos sanos. Sin embargo, la realidad es bien diferente, pues se les suelen añadir grandes cantidades de azúcar, sal y almidón cuando se elimina su grasa. ¿La razón? Cuando se eliminan las calorías, también se reduce drásticamente su sabor, por lo que es necesario introducir otras sustancias para que el resultado sea igual de atractivo.
2-Son ideales para las dietas
En palabras de los expertos, basar una dieta en alimentos bajos en grasas puede provocar un aumento de los triglicéridos y disminuir el colesterol bueno. Ambos efectos, nada recomendables para el organismo. Por otro lado, varios estudios afirman que las personas que han perdido kilos comiendo productos que no son «light» pierden el mismo peso (o más) que aquellos que sí.
3-No engordan
La creencia popular afirma que estos alimentos no engordan. Nada más lejos de la realidad. Que un alimento sea bajo en grasa implica que es menos calórico que su original, pero no que sea sano. Un claro ejemplo de esta afirmación son los refrescos los cuales, aunque sean «light», siguen contribuyendo a la obesidad. Eso sí, en menos medida que sus «hermanos mayores».
4-Cómo es «light», puedo comer lo que quiera
En ocasiones, creemos que al ser «light», podemos comer la cantidad que deseemos de ese producto, pues no engorda. La realidad es bien distinta y las porciones son de suma importancia. Así pues, ingerir un helado de chocolate bajo en grasas te hace engordar 250 calorías, las cuales aumentan hasta 750 si decides repetir en tres ocasiones.
A su vez, y debido a que la cantidad de calorías es ya por si alta, muchas personas prefieran meterse entre pecho y espalda un cremoso y sabroso helado que no sea «light» en lugar de apostar por un bajo en grasa. La decisión es tuya, pero la moderación debe ser una premisa dentro de tu dieta.
5-Son «grasa buena»
Que un producto sea «light» no implica que su grasa sea buena. Por ello, a veces es mejor apostar por alimentos que, aunque no hayan reducido sus calorías, cuentan con grasas no saturadas (las cuales ayudan a disminuir el colesterol malo). Algunos alimentos con estas características son las sardinas o el salmón.