Washington, Estados Unidos. Más de la mitad de los fumadores y exfumadores que se consideran sanos por haber superado con éxito una prueba de capacidad respiratoria, en realidad sufren de enfermedades pulmonares crónicas, según un estudio divulgado el lunes.
«Los efectos del tabaquismo crónico en los pulmones y la salud en general son enormemente subestimados», dijo James Crapo, profesor de medicina en el National Jewish Health (NJH) de Denver (Colorado, oeste de EEUU).
«Las enfermedades pulmonares son frecuentes entre los fumadores cuyas pruebas de capacidad pulmonar dieron resultados normales», comentó el doctor, a propósito de un estudio publicado el lunes en la revista especializada estadounidense JAMA Internal Medicine.
Al tomar en consideración otros criterios clínicos relacionados con algunas funciones físicas y respiratorias, y tras realizar exámenes con un escáner, los autores determinaron que 55% de los participantes del estudio que habían sido declarados sanos en realidad padecían diversas formas de enfermedades pulmonares crónicas.
El estudio se basó en 8.872 sujetos de entre 45 y 80 años que fumaron al menos un paquete de cigarrillos al día durante diez años. La mayoría de ellos fumó durante un promedio de 35 años, e incluso algunos hasta 50 años.
El escáner determinó que 42% de los participantes –cuyos pulmones parecían sanos con la prueba de capacidad respiratoria– padecía enfisema o un engrosamiento de sus vías respiratorias.
Un 23% de ellos tenía un marcado engrosamiento en sus paredes respiratorias, en comparación con 3,7% de las personas que jamás han fumado.
En términos generales, tanto los fumadores como los exfumadores tienen una calidad de vida bastante peor que aquellos que quienes no fumaron nunca.
Muchas de estas personas están, probablemente, en las primeras etapas de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica como el enfisema y la bronquitis crónica. Ambas son la tercera causa de muerte en Estados Unidos, según los investigadores.
Estas patologías incurables aparecen raramente en personas menores de 55 años.
Investigaciones recientes han demostrado que someter a un escáner a las personas que han fumado un paquete de cigarrillos durante al menos 30 años puede permitir detectar claramente un cáncer de pulmón precoz y reducir la mortalidad en 20%.
Un examen más temprano de enfermedades pulmonares crónicas también puede permitir mejorar los síntomas y la calidad de vida, señalan los investigadores.
«Esperamos que este estudio ayude a desacreditar el mito del fumador que está con buena salud y cree conciencia sobre la importante de la prevención del tabaquismo», dijo Elisabeth Regan, profesora adjunta de medicina en el NJH.