Este antiséptico portátil aparece en los informativos para televisión, mientras se muestran, por ejemplo, de personas protegidas por mascarillas en Corea del Sur, atravesar un empleándolos a modo de protección contra el temido coronavirus MERS. Pero ¿de verdad son seguros? Bien, me temo que no todo lo que pensamos. De hecho, un trabajo publicado a finales de 2014 alerta contra su uso y recomienda dejar de emplearlos. En este post no te daremos ni una, ni dos razones para que dejes de usar el gel desinfectante, te daremos cinco.
Recibe muchos nombres, entre ellos gel sanitizante para manos, alcohol en gel, gel antiséptico, gel desinfectante, gel antibacterial, etc. Como he comentado antes, en una era en la que la mejora del conocimiento científico de la población ha aumentado exponencialmente gracias a la cobertura de los medios, la población comienza a tomarse en serio la amenaza de las bacterias, los virus, los bacilos, hongos y demás organismos patógenos. Llevar encima uno de estos botes no es un seguro de vida, pero la sociedad, cada vez más aprensiva, los ha recibido con cierto entusiasmo, especialmente cuando llega el invierno con su tradicional amenaza de gripe.
Y es que, efectivamente, los geles sanitizantes para manos matan gérmenes, pero como veremos a continuación también tienen su «lado oscuro».
1 Ticlosán
En su composición es habitual encontrar triclosán, un potente agente antibacteriano y fungicida que en realidad podría estar provocando más mal que bien. La Agencia Estadounidense de Fármacos y Drogas (FDA) cree que el triclosán podría estar contribuyendo al reforzamiento de las bacterias, permitiendo que estas se hagan resistentes a los antibióticos. Cuando el triclosán se degrada, termina por convertirse en dioxinas, sobradamente conocidas por sus efectos en la salud humana. En 2014, un estudio realizado por la Sociedad Química Estadounidense descubrió que el triclosán incentiva el crecimiento de células mamarias cancerígenas.
Curiosamente, un reciente estudio acaba de demostrar que el uso de triclosán acelera la absorción por la piel de un compuesto presente en los papeles térmicos que los datáfonos emplean para imprimir los tickets de nuestras compras por tarjeta, el BPA (bisfenol A). El BPA es un aditivo presente en muchos plásticos, sobre el que hay sospechas de efectos perniciosos sobre el sistema reproductor (masculino y femenino), cerebro y comportamiento, metabolismo y sistema cardiovascular, tiroides, sistema inmune, e intestino. Así mismo, la metabolización del BPA puede provocar efectos mutagénicos que podrían estar relacionados con varios tipos de cáncer, como el de próstata y el de mama.
2 Parabenos
Muy a menudo, los sanitizantes en gel para manos contienen unos compuestos químicos llamados parabenos, que impiden el crecimiento de las bacterias. Por desgracia, se ha relacionado a los parabenos con algunos problemas muy serios, incluyendo cáncer, neurotoxicidad, alteraciones endocrinas, irritaciones cutáneas.
3 Alcohol
el 65% de la composición de estos geles antisépticos es alcohol puro, parte del cual es absorbido por la piel. Tenlo en cuenta cuando se lo apliques a tus hijos, ya que algunas investigaciones han llegado a encontrar trazas de alcohol en sangre. Los niños, por su costumbre de llevárselo todo a la boca, pueden llegar a «emborracharse» si les aplicas estos productos demasiadas veces. Otros productos contienen alcohol isopropilo, un petroquímico del que se sabe que se comporta como una neurotoxina. Para más INRI, la suma de estos dos alcoholes puede llegar – en algunos geles del mercado – a alcanzar el 95% del volumen total. Así pues, si no puedes vivir sin ellos elige al menos variedades sin alcohol.
4 Resistencia a antibióticos
Como he comentado al principio, los geles antisépticos están incrementando el desarrollo de bacterias resistentes a antibióticos. Si de verdad quieres seguir usando estos productos, al menos busca alguno que no se anuncie como «antibacteriano».
5 Sistema Inmune
Los sanitizantes en gel podrían afectar a tu sistema inmune al matar también a organismos «buenos», como los famosos bacteriófagos (o simplemente fagos) que se encargan de eliminar a los patógenos que provocan enfermedades. Un estudio de 2011 demostró que el uso regular de estos geles incrementa el riesgo de desarrollar norovirus en casi un 600%.
Yahoo / LD