Jeff Bradstreet, el médico que se hizo famoso por iniciar un movimiento antivacunas, fue hallado muerto en el estado de Carolina del Norte, Estados Unidos.
Según informó la policía esta semana mediante comunicado, el profesional fue encontrado por un pescador en el río Rocky Broad River, donde estaba su cuerpo con una herida de bala en el pecho, que él mismo se habría autoinflingido.
“El caso se mantiene en investigación”, agregó la policía, según cita NBC News, de un hecho que ocurrió el pasado 19 de junio pero conocido recién en los últimos días.
Bradstreet, quien dirigía una clínica en Buford (Georgia), publicó un artículo en el que acusó que algunas vacunas generaban autismo, enfermedad que padecía su hijo que se habría iniciado tras una inyección a los 15 meses de edad.
La investigación, que propuso controvertidas teorías, se apoyó además en otra del médico británico Andrew Wakefield, quien en la prestigiosa revista The Lancet publicó en el 98? otra indagación sobre nueve niños, que tenían una conexión entre el autismo y las vacunas contra el sarampión, rubeola y parotiditis, detalla el diario La Gaceta.
Años más tarde, en 2010, la misma revista salió a desmentir el artículo científico, basado en la poca rigurosidad y malas prácticas del doctor Wakefield, apoyado también en las críticas de la comunidad científica. A pesar de ello, Jeff Bradstreet continuó un movimiento antivacunas global, que en Estados Unidos se ha ganado gran espacio.
La familia de Jeff Bradstreet está recaudando fondos para iniciar una investigación aparte del caso y levantó un sitio web a su nombre donde lo califican de un “visionario del autismo”.
Recientemente en España murió un niño de seis años por difteria -primer caso desde 1987- tras un mes de lucha contra la bacteria y justamente en un contexto polémico por no haber sido vacunado.
Fuente: BioBioChile