«Voy a ganar el voto latino porque voy a crear puestos de trabajo que no tienen. Lo haré mejor que nadie, voy a ganar ese voto», dijo el magnate en una entrevista concedida a NBC News.
Después de generar indignación internacional por sus repetidas y ofensivas declaraciones contra los inmigrantes mexicanos, Trump aseguró que mantiene una «gran relación con el pueblo mexicano».
Además, debido a sus agresiones verbales y muestras de racismo, el magnate estadounidense perdió varios contratos con diferentes compañías con las que estaba asociado. «Sí, estoy perdiendo algunos contratos, pero a quién le importa. Los políticos son débiles y quieren ser políticamente correctos. En comparación con lo que tengo, no importa», dijo.
El precandidato presidencial rechazó las afirmaciones que lo señalan como una voz de división dentro del Partido Republicano, con el argumento de que él mismo sin ayuda de nadie cambió el debate nacional con respecto a la inmigración.
Por otro lado, Trump también criticó a la principal candidata demócrata, Hillary Clinton, calificándola como «el peor secretario de Estado en la historia» de EE.UU. «Nunca ha habido un secretario tan malo como Hillary. El mundo estalló a nuestro alrededor, hemos perdido todo. Nada bueno salió de esa administración», comentó.
