Puerto Rico e Indiana pueden parecer dos lugares muy distintos, pero en la relación de Annya Ramírez y Peter Miller, la mezcla parece estar funcionando bien. “Llevamos cinco años casados”, dijo Annya (34), quien es boricua, mientras que su marido es estadounidense. “Él es más introvertido y yo soy más extrovertida, pero nos complementamos bien. Los valores son similares y el resto se puede trabajar”.

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Annya y Peter son parte de un fenómeno creciente en la ciudad Nueva York: el de los latinos que cada vez se están casando más con no latinos. La tendencia es especialmente fuerte en los puertorriqueños, en las mujeres y más todavía en loshispanos nacidos en Estados Unidos. De acuerdo a un estudio del Graduate Center de la City University of New York (CUNY), las latinas nacidas en este país que se casaron con no latinos pasaron del 17.2% en 1990 a un 34% en 2010 en la Gran Manzana.

“Este es un aumento dramático y una muestra de que un gran cambio está sucediendo”, indicó Laird Bergad, profesor del Graduate Center y del Centro de Estudios Latinoamericanos y Puertorriqueños de CUNY. “Es claro que los inmigrantes nacidos en el extranjero presentan mayor posibilidad de casarse con otros latinos, pero todo cambia en las generaciones subsecuentes. Esto es especialmente patente en los puertorriqueños”.



Así se demuestra con los porcentajes de matrimonios con no hispanos que se mantuvieron en 9.1% entre los latinos nacidos fuera de Estados Unidos, diferencia que Bergad explicó en base a las nuevas generaciones. “Sus elecciones cambian. Tienen un mejor idioma, logran niveles más altos de educación y sus elecciones de pareja cambian dramáticamente”, indicó el académico. “Hay mayores posibilidades de que la segunda o tercera generación tenga matrimonios exógenos. Esta es la repetición de la experiencia de otros inmigantes. Los italianos también antes se casaban sólo con italianos, por ejemplo”.

Otra diferencia que se ve en el estudio es que el matrimonio con no latinos es más común con las mujeres que con los hombres. Bergad dijo que es complejo aventurar explicaciones para esto. “Sin embargo, las mujeres puertorriqueñas nacidas en este país tienden a tener niveles educacionales más altos que los hombres”, comentó el profesor. “A ellas, entonces, les interesa buscar a una pareja no por nacionalidad, sino por nivel educativo. Eso es, al menos, lo que sugiere la evidencia”.

Esto, a Annya Ramírez le hace sentido. Ella es arquitecta y conoció a su marido en la universidad, estudiando su posgrado. “Uno busca a un igual, personas que sean similares. Conozco a varias amistades que se casaron con personas que no son latinos, pero el nivel de estudios es similar”, dijo Ramírez.

Laura Ortiz (34) es otra puertorriqueña que ha vivido una situación similar. Se casó hace casi seis años con un neoyorquino, Matt Ravic, y no ha tenido mayores problemas. “Yo no estaba buscando a alguien que no fuera latino, pero sí para mí era importante que compartiéramos un estilo de vida y valores”, contó la publicista. “Nuestra generación es así, sobre todo en las mujeres que estamos alcanzando niveles de estudios profesionales y nos atraen hombres de distintas nacionalidades”.

Aunque la tendencia no llega a ser tan fuerte como con los puertorriqueños, los colombianos y colombianas también están encontrando más el amor entre los no latinos: sus matrimonios interraciales pasaron de un 6.6% en 1990 a un 15.2% en 2010.

Sin embargo, los mexicanos y dominicanos están yendo en sentido contrario y se están casando menos con no latinos. Entre los mexicanos estas uniones pasó de un 18% a un 10.2% y entre los dominicanos, de un 4.3% a un 2.8% entre 1990 y 2010.

El último grupo analizado por los investigadores fue la creciente comunidad ecuatoriana en Nueva York, la que pasó de tener un 4.8% de matrimonios con no latinos a un 7%.

1990 2010
Mexicanos 18% 10.2%
Puertorriqueños 9.9% 18%
Colombianos 6.6% 15.2%
Ecuatorianos 4.8% 7%
Dominicanos 4.3% 2.8%

Fuente: Eldiariony.com