Donald Trump, el aspirante presidencial republicano que saltó al primer lugar de las encuestas de preferencia tras sus polémicos comentarios sobre los inmigrantes ilegales, comenzó finalmente a delinear la que sería su política inmigratoria.
Trump dijo el miércoles en entrevista con la periodista de CNN Dana Bash que, si llegara a la presidencia, deportaría a todos los inmigrantes indocumentados y luego permitiría que los «buenos» volvieran al país mediante un «proceso expedito» para vivir legalmente en Estados Unidos, aunque no como ciudadanos.
«Estatus legal», dijo Trump. «Tenemos que sacarlos, y les dejaremos volver si realmente es buena gente», añadió.
Para un candidato cuya retórica ha generado titulares y ha galvanizado a un considerable sector de la base republicana, los comentarios de este miércoles son la explicación más detallada que ha dado hasta ahora sobre qué haría con los aproximadamente 11 millones de inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos.
Previamente había insinuado que estaba a favor de un sistema «basado en méritos», pero sin manifestarse sobre si apoyaba la concesión de un estatus legal, pero no ciudadanía, para los indocumentados que él llama «los buenos».
Sin embargo, todavía sigue sin presentar una plataforma específica con su política inmigratoria, y su explicación del miércoles muestra que, a pesar de liderar los sondeos a una semana del primer debate de cara a las primarias, sus ideas todavía son muy generales.
Trump, por ejemplo, no dijo cómo localizaría, acorralaría y deportaría a los 11 millones de indocumentados que, según él, deben irse. Por el contrario, evitó entrar en detalles diciendo que aunque es una tarea demasiado grande para los políticos, no lo es para un magnate de los negocios como él.
«Los políticos no los van a encontrar porque no tienen ni idea. Nosotros los encontraremos y los sacaremos», afirmó. «Es posible si entiendes de gestión, y los políticos no saben cómo gestionar».
Cuando le preguntaron si deportaría a los indocumentados que vieron de niños a Estados Unidos, Trump no se mostró tan seguro y dijo que es una «difícil situación» y que «depende».
No obstante, fue claro al afirmar que si llega al gobierno deportaría de inmediato a los indocumentados criminales que viven en libertad o en cárceles de Estados Unidos.
«Tenemos muchos malos, como los llamo. Hay mucha mala gente por ahí», declaró. «Quiero que se marchen los malos… y que no vuelvan jamás».
Pero también insistió en que hay muchos indocumentados en Estados Unidos que juegan un papel positivo en el país y que se les debe dejar vivir aquí libremente, una vez hayan sido expulsados y vuelto a entrar mediante un proceso «expedito» de regreso.
«Hay que asegurarse de que eran ejemplares, gente maravillosa cuando vivía aquí. Que trabajaban duro y no causaban problemas», dijo. «Tenemos que traer gente buena a este país, ¿de acuerdo? Me encanta la idea de la inmigración. Pero tiene que ser inmigración legal», concluyó.
