El jurado a cargo del caso de James Holmes, que mató a 12 personas en un cine de Estados Unidos en 2012, rechazó este lunes que su condición psíquica sea un atenuante, por lo que mantiene la opción de condenarlo a muerte.
El grupo apenas deliberó dos horas para determinar que las facultades mentales del joven de 27 años no son suficientemente graves como para descartar la pena capital.
Holmes fue declarado culpable de matar a 12 personas y herir a otras 70 cuando abrió fuego el 20 de julio de hace tres años en un cine de Aurora, en el estado de Colorado (centro-oeste), donde se proyectaba una película de Batman.
El acusado, que usó un fusil AR-15, una escopeta, una pistola calibre 40 y bombas de humo, se había declarado sin embargo no culpable de los hechos por sufrir problemas mentales.
El proceso entra ahora en su tercera y última fase, de acuerdo con las leyes de Colorado, que obligan al jurado a deliberar tres veces para alcanzar la decisión apropiada.
El jurado volverá a reunirse el martes para escuchar nuevos testimonios sobre el impacto que tuvo el tiroteo en las víctimas, con el fin de decidir si lo condena a cadena perpetua sin libertad condicional o a la pena de muerte.
Durante el juicio, que comenzó en abril, han comparecido 250 testigos entre supervivientes y autoridades.