La policía mató el miércoles a un hombre de 51 años armado que usaba una máscara quirúrgica y blandía un hacha en un cine cerca de Nashville (Tennessee, sureste de EEUU), en un episodio que hizo recordar dos tiroteos previos en cines.
Aparte del atacante, un hombre blanco de la zona, nadie más recibió heridas de bala pero las autoridades indicaron que encontraron material sospechoso en una de dos mochilas halladas en el lugar.
Tres personas resultaron lesionadas cuando el sospechoso lanzó gas pimienta a la audiencia. Uno de los heridos también había sido golpeado con el hacha.
«La unidad de materiales peligrosos examinó la mochila que llevaba el sospechoso, no les gusta lo que ven. Por lo que en poco rato la mochila será detonada por la brigada especializada en bombas», indicó a la prensa el portavoz de la policía de Nashville, Don Aaron.
El atacante aparentemente ingresó a la sala de cine, donde se proyectaba la última película «Mad Max», y lanzó gas pimienta a los espectadores. Un agente de la policía entró entonces a la sala y le disparó, causándole la muerte.
«El sospechoso apuntó al oficial con su arma y jaló el gatillo. Ese oficial le disparó entonces al sospechoso y luego se retiró de la sala», indicó Aaron, añadiendo que un equipo SWAT ingresó poco después.
El atacante «recibió una herida mortal y fue declarado muerto en el lugar», agregó.
El hombre utilizaba una máscara quirúrgica y blandía un hacha, y llevaba una mochila atada al pecho.
«Probablemente la máscara buscaba evitar los efectos del gas químico que llevaba», indicó Aaron.
– «Podría haber sido peor» –
La policía recibió hacia las 13H13 locales el pedido de auxilio para acudir al cine Hickory 8 en Antioch, Tennessee, a unos 19 kilómetros de Nashville, donde unas 20 personas disfrutaban de la película.
Un hombre de 58 años recibió heridas «superficiales» de hacha en su hombro y brazo y también sufrió los efectos del gas pimienta, según el portavoz del Departamento de Bomberos de Nashville, Brian Haas.
Dos mujeres de 17 y 53 años sufrieron los efectos del gas, pero nadie más debió ser trasladado al hospital.
«Felizmente solo tenemos tres casos de exposición al gas pimienta para tratar. Esto podría haber sido mucho peor», indicó Haas.
El incidente se produjo solamente dos semanas después de que un hombre abriera fuego en un cine de Lafayette en Luisiana (sur) y se suicidara tras matar a dos mujeres y herir a nueve espectadores.
Los dos tiroteos recuerdan el de Aurora (Colorado, centro-oeste) el 20 de julio de 2012, cuando James Holmes abrió fuego sobre los espectadores que estaban viendo «Batman» causando 12 muertos y 70 heridos.
Los recientes tiroteos han reavivado el debate en Estados Unidos sobre las leyes de tenencia y control de armas, un derecho que garantiza la Constitución.
El presidente Barack Obama se impuso modificar la legislación, pero la presión que ejercen los grupos a favor de las armas no permiten que el debate llegue al Congreso.