Que la virtud principal de un usuario de Twitter debe ser la concisión es una realidad conocida por todo aquel habitual de esta red. Sin embargo y a pesar de que resumir llevaba aparejada una ardua e implícita tarea de precisión, ha favorecido, desde sus inicios, su uso en términos generales.
Por desgracia, no ha ocurrido lo mismo con el apartado de mensajes directos de esta red social, en los que se debían hacer auténticas filigranas para comunicarse fluidamente (y difícilmente se lograba). Y es por eso por lo que el servicio de microblogging ha decidido acabar con la limitación de 140 caracteres que afectaba a este tipo de comunicaciones privadas.
La iniciativa no afecta a los tuits públicos, supone una auténtica concesión por parte de la plataforma, y permitirá a los tuiteros chatear “de manera más íntima” sin restricción alguna. Es decir: se conserva la esencia pero se amplían las posibilidades. La información ha sido dada a conocer a través de un comunicado publicado en su blog oficial hace tan solo unas horas.
La modificación, ya en marcha
El cambio, que ya se ha puesto en marcha, llegará paulatinamente, aunque, en ciertos casos podría demorarse algunas semanas. Afectará tanto a Android como iOS, a la versión web y a las aplicaciones de escritorio TweetDeck y Twitter para Mac. Pero ¿qué se pretende con él?
La razón del cambio
A pesar de que la propia compañía afirma que la modificación trata de responder a las necesidades de los usuarios y acallar las críticas suscitadas hasta ahora, los expertos afirman que la intención del gigante alado va más allá: pelear en el mercado de la mensajería instantánea (enfrentándose a WhatsApp y Facebook, principalmente) y facilitar a las marcas (registradas en su red) la interacción con el cliente, informó GenBeta.
Respecto a esta segunda, el servicio liderado por Jack Dorsey verá reforzadas sus virtudes de agilidad e inmediatez (premisas básicas de la gestión con el consumidor de las grandes firmas). Incluso cabría la posibilidad de que, con el tiempo, llegase a sustituir al centro de llamadas tradicional; pues también consigue llevar un registro simultáneo de las incidencias.
