El presidente Enrique Peña Nieto pidió este viernes disculpas a los mexicanos que se indignaron al revelarse la compra de lujosas casas que hicieron junto a la primera dama a contratistas públicos.
Peña Nieto hizo este pronunciamiento en un evento público celebrado horas después de que su ministro de la Función Pública, el órgano anticorrupción mexicano, lo exonerara de un posible conflicto de interés en esas operaciones inmobiliarias.
La conclusión de la investigación de la Función Pública «demuestra que la conducta tanto de mi esposa y la mía estuvieron plenamente apegadas a la ley», recalcó Peña Nieto al término de una sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
«Sin embargo, estoy consciente y reconozco que estos acontecimientos dieron lugar a interpretaciones que lastimaron e incluso indignaron a muchos mexicanos. A todos ellos les ofrezco una sincera disculpa», expresó.
La investigación se derivó del escándalo generado en noviembre pasado, cuando un reporte periodístico reveló que la primera dama, Angélica Rivera, había adquirido una mansión de más de tres millones de dólares a un importante contratista gubernamental meses antes de la victoria electoral de Peña Nieto en julio de 2012.
Posteriormente se conoció que el propio Peña Nieto y su ministro de Hacienda, Luis Videgaray, habían hecho compras similares en el pasado.
Para enfrentar la polémica, Peña Nieto nombró en febrero a Virgilio Andrade como ministro de la Función Pública y le encomendó que investigara los contratos públicos a esas empresas para determinar si fueron beneficiadas en los procesos de otorgamiento.
Este viernes, Andrade dio a conocer los resultados de la investigación que determinan que ni Peña Nieto ni Videgaray incurrieron en conflicto de interés ya que todas las casas fueron adquiridas antes de que fueran funcionarios federales y pagadas con sus patrimonios. Lo mismo hizo Ángelica Rivera, una famosa exactriz de telenovelas, según Andrade.
«Estos meses han sido difíciles para mi familia y muy particularmente para mi esposa Ángelica, a quien reitero mi agradecimiento por su entereza y solidaridad», dijo Peña Nieto.
El presidente también afirmó que en este tiempo ha «reflexionado profundamente sobre lo ocurrido» y recalcó que «en el México actual» el presidente y los servidores públicos están obligados a que sus acciones «no provoquen ni sospechas ni malas interpretaciones».
Peña Nieto reconoció que México sufre una crisis de confianza en sus instituciones y se comprometió a acelerar la puesta en marcha de una nueva ley de combate a la corrupción.
La oposición mexicana ha criticado que los resultados de la investigación son una «burla» y han cuestionado la credibilidad de Andrade para llevarla a cabo, ya que es miembro del gabinete de Peña Nieto y amigo personal de Videgaray.