Santo Domingo. “Volver al diseño original” es la forma en la que el pastor Julio César Santana afirma hombres, mujeres y personas trans pueden “abandonar” la homosexualidad, usando como ancla la palabra de Dios.
“El único que puede cambiar al ser humano es Jesucristo. Se puede cambiar, siempre y cuando se le dé la oportunidad – A Dios – de que los transforme”, afirma Julio César (cuyo nombre original es Edilberto Betancur), tratando de evitar que las palabras salgan en estampida, como había ocurrido 10 segundos antes al citar un versículo de la Biblia, para marcar el inicio de su intervención.
En el salón de actividades de la Iglesia de Dios Centro de Oración, un puñado de personas escuchan el testimonio del hermano Julio César, quien afirma inició su proceso de cambio luego de un incidente que lo puso en riesgo de muerte, cuando recibió un disparo en momentos en que se desempeñaba como trabajador sexual en la avenida Ortega y Gasset bajo el seudónimo de Nicole.
Actualmente,trabaja en el Ministerio Internacional Transformados por Cristo (el cual dirige), con jóvenes que buscan cambiar su orientación sexual a través de la oración, un método que aborda la atracción sentimental y física entre personas del mismo sexo desde la religión de forma exclusiva.
“Son espíritus que toman posesión del hombre”, asevera Julio César, quien manifiesta que con la ayuda calificada de los pastores de la iglesia puede corregirse cualquier actuación contraria al designio divino.
Relata que, con la finalidad de enseñar las maneras más adecuadas de comportamiento para los hombres, ha hecho uso de un uniforme militar.
En ese sentido, el pastor Eliezer Lorenzo, “reconocer, confesar, aborrecer y abandonar el pecado”, son los cuatro pasos en los que consiste la terapia de transformación que, según constituyen los pilares fundamentales del cambio en las personas.
“Síndrome del padre ausente”
Según explica el pastor Manuel Irizarry, el ministerio aborda la homosexualidad como una “enfermedad espiritual” y no como un problema físico o mental, desencadenada por la ausencia de roles definidos en la familia, especialmente de la figura paterna, lo que dice es la principal causa.
“El hombre debía fungir como padre, amar a la mujer y la mujer someterse al hombre. Al hombre salir del escenario del hogar o no estar ejecutando la posición como debe ser, esto ha producido que la generación que está subiendo, suba con un diseño que no es correcto o dañado. Estamos viviendo del síndrome del padre ausente en la familia. Se levantan familias disfuncionales y de ahí se establece todo lo que estamos viviendo”.
Fuente Acento.com.do
