Charles Aznavour, el gran embajador de la canción francesa, vuelve a sus 91 años a los escenarios con seis conciertos en París «para no aburrirse» y presentar nuevos temas que por primera vez ha compuesto con la ayuda de un ordenador.

«Quiero pasármelo bien, no quiero pasarme la vida muerto de aburrimiento», explica a la AFP en un hotel de la capital francesa el cantante, que se considera un «debutante» en el uso de los ordenadores.



«Lo más difícil no es escribir los arreglos sino trabajar con el ordenador. No nací con un ordenador, crecí haciendo esos palos que nos hacían dibujar con un bolígrafo para escribir recto y tener buena letra», recuerda Aznavour que vuelve a actuar en París por primera vez desde 2011.

«Sí, parece que ya han pasado cuatro años, me sorprende un poco porque no he visto pasar el tiempo», explica el que fue amigo de Charles Trenet y colaborador de Edith Piaf.



charles aznavour

Los seis conciertos previstos en el Palacio de Deportes de París, entre el 15 y el 27 de septiembre, no serán sin embargo una gira de despedida como la de algunos de sus compañeros de generación como Juliette Gréco (88 años) o Guy Béart (85 años).

Cuando le preguntan qué hay que esperar de sus nuevos conciertos responde: «¡Nada! Llego y canto las canciones que he escrito, es mi oficio. No voy a bailar, no habrá una puesta en escena especial. Soy un cantante de textos y creo que el público viene para eso», asegura.

El prolífico autor de canciones tan conocidas como «La Bohème», «Emmenez-moi» o «For me, Formidable» publicó a principios de mayo su disco número 51 y asegura que ya tiene listas las canciones de su próximo álbum.

Una de sus fuentes de inspiración son los «fenómenos sociales» como la inmigración, un tema al que este hijo de inmigrantes armenios nacido en 1924 en París siempre ha sido sensible.

«Es algo que no viví directamente pero creo que mis padres vivieron esa vida», recuerda Aznavour, que hace un llamamiento para ayudar a los migrantes «a construir su existencia futura», por ejemplo repoblando los pueblos franceses.

El cantante, autor de 1.200 temas, asegura que nunca ha renunciado a usar ninguna palabra en sus textos, aunque sea chocante.

«Utilizo todas las palabras difíciles, conservo todas las palabras chocantes. Creo que hay que ‘violar’ al público por que si no se le viola seguiremos cantando cosas como ‘Le temps de cerises'», una canción del siglo XIX popularizada por Yves Montand.

En 1956 su canción «Après l’amour» fue censurada en la radio y en los años 1970 fue uno de los primeros cantantes populares en hablar de la homosexualidad en uno de sus temas, «Comme ils disent».

Tras haber tenido que anular un concierto en 2014 por cansancio, Charles Aznavour asegura que está bien de salud.

«Lo único es la voz, que no la tengo nada bien, pero ya me he acostumbrado desde hace tiempo», explica.

Después de los conciertos de París, Charles Aznavour actuará en el Royal Albert Hall de Londres e l 3 de noviembre), en Bruselas el 17 de noviembre y luego en Amsterdam el 22 de noviembre.