La vista de extradición de Kim Smith, conocido Kim Dotcom, el fundador de la página de descargas Megaupload perseguido por la justicia estadounidense, empezó este lunes en Nueva Zelanda.
«Este caso no es sólo sobre mi. Es un caso sobre el control de internet que otorgamos a las corporaciones estadounidenses y al gobierno de Estados Unidos «, escribió en un tuit ante de la vista.
Dotcom, de nacionalidad alemana, asegura que es sólo un empresario pero según la justicia estadounidense su página Megaupload promovía la piratería a gran escala de música, películas y software.
Casi cuatro años después de que la policía registrara su mansión de Auckland, Dotcom entró este lunes en el tribunal vestido de negro para una vista que podría durar hasta tres semanas.
Según la justicia estadounidense, Megaupload ganó cerca de 175 millones de dólares con su actividad ilegal y supuso pérdidas de más de 500 millones para la industria del entrenamiento estadounidense.
Dotcom está acusado de fraude, crimen organizado y lavado de dinero tras una investigación considerada por el FBI como las más importante de la historia en materia de copyright.
El alemán de 41 años comparece junto a otros tres acusados —los exdirigentes de Megaupload Finn Batato, Mathias Ortmann y Bram van der Kolk— y se expone a penas de hasta 20 años de prisión si finalmente condenado en Estados Unidos.
Sus abogados han logrado hasta ahora aplazar hasta diez veces la vista de extradición, que este lunes empezó con argumentos técnicos de ambas partes.
Los abogados de Dotcom volvieron a pedir un aplazamiento, argumentando que las autoridades estadounidenses han congelado fondos y no pueden pagar a los expertos que testificarían en su favor.
Según el acusado, Estados Unidos le persigue en nombre de la industria y asegura que este caso podría marcar un precedente para todos los usuarios de internet. «En este caso los jueces pueden convertirse en los defensores de miles de millones de usuarios de internet o de un puñado de millonarios estadounidenses de la industria», escribió en un tuit.
En 2013, sus abogados habían argumentado que la violación del copyright es un delito civil que no necesitaría la extradición a Estados Unidos.
