Graciela era su nombre y, desde que tengo memoria, ver una partitura de piano era lo que la hacía vibrar. Hoy siendo el Día Mundial del Alzhéimer quisiera aprovechar para contarles sobre alguien que amó tanto la música que ni siquiera el alzhéimer pudo con ella: mi abuela.
En un abrir y cerrar de ojos olvidó quién había sido pero no las canciones que la acompañaron en su vida. No se acordaba de su nombre, de sus hijos y menos aún de que fue ella la que me sentó en un piano y me enseñó que la música es mucho más que asignatura para estudiar.
Ya no hablaba ni entendía nada pero, como por arte de magia. si pasaba al frente de su piano, como si fuera ósmosis, se sentaba a tocarlo por horas olvidando que ella se había olvidado del mundo… pero la música no de ella.
Si le preguntabas qué hacía mientras tocaba, no respondía y simplemente seguía, por horas, tocando canción tras canción como si estuviese sentada al frente del más exigente público. Fue justo cuando el cerebro no pudo seguir ese ritmo de su compás que le dijo adiós al mundo que la escuchaba tocar.
No entendíamos como era posible que aunque no recordaba su nombre sí podía tocar y recordar acordes de canciones que tanto la emocionaban. Nos enteramos después que hay una explicación: la música la guardamos en áreas cerebrales diferentes a las del resto de los recuerdos.
La música y las emociones son lo último que se pierde en el cerebro herido por el alzhéimer y otras demencias, y no podrían estar más unidas, porque las melodías, si las sientes, disparan las emociones. La música es una de las pocas armas que tienen los terapeutas para hacer frente al avance del alzhéimer pero lamentablemente es una de las menos usadas, ya que muchos doctores aún no entienden cómo funciona. Para ellos a veces la razón tiene más fuerza que lo ilógico.
El alzhéimer no puede con la música y, abuela, aunque hayas olvidado quién fuiste, no olvidaste las canciones de tu vida. Quizás gracias a eso pude tenerte un par de años más, informó CNN.
Si tienen a un ser querido con esta enfermedad, usen la música como arma para ayudarlos a «regresar» lo más que puedan a su realidad. Les recomiendo un documental que explica exactamente cómo funciona la terapia de la música para pacientes con demencia llamado Alive Inside.