Los celos forman parte de la naturaleza humana, representan una de las emociones que a baja dosis, equilibran las relaciones del individuo. Son una respuesta emocional propia de nuestra naturaleza, que ocurre tanto en hombres como en mujeres, teniendo como objetivo final proteger “lo que se quiere”.
Los celos en ocasiones pueden salirse de control y tornarse patológicos, llegando a convertirse en un “TRASTORNO DELIRANTE DEL TIPO CELOTÍPICO”, el cual se caracteriza por ideas delirantes de infidelidad que son creencias falsas, fijas, culturalmente discordantes y no extravagantes donde quien las sufre está totalmente convencido de que su pareja le es infiel.
Estas ideas suelen aparecer de manera súbita y repentina aproximadamente alrededor de los 40 años, en personas aparentemente sanas, sin historia psiquiátrica previa y es más común en el sexo masculino. Estudios demuestran que hay una relación directa entre el bajo nivel socioeconómico, trastornos de la personalidad y la celotipia.
Aunque las causa del trastorno delirante del tipo celotípico no han sido definidas, desde la antigüedad se le ha atribuido a diferentes entidades sobrenaturales ser la causa de los celos, hoy en día se conoce que los celos son emociones propias del individuo. También es denominado como el “Síndrome de Otelo” nombre que debe su origen a la obra de Shakespeare “Otelo” en la cual este mata a Desdémona poseído por unos celos enfermizos.
Los celos son una emoción muy poderosa y cuando llegan a convertirse en un trastorno delirante del tipo celotípico se pueden tornar muy peligroso, y a su vez ser el móvil para cometer actos de violencia vulnerando de esta manera la función familiar. En ocasiones se muestran una serie de conductas negativas manifestando ansiedad, violación de la privacidad del conyugue al hurgar en sus artículos personales (carteras, celulares, computadoras etc.), agresividad, abuso físico y verbal; llegando incluso a desencadenar actos letales expresados en suicidio e incluso en llegar al feminicidio.
Por lo anterior, cuando los celos se convierten en el protagonista de una relación sentimental, el riesgo de agresión letal a la pareja es alto, motivo por el cual es esencial la identificación y diagnóstico oportuno a fin de velar por la seguridad de la familia, conyugue y el mismo individuo afectado, los cuales raramente buscan ayuda psiquiátrica y/o psicológica a menos que les sea impuesto por familiares o estamentos jurídicos.
Para un tratamiento efectivo es indispensable consultar a un especialista de la salud mental, quien determinará la terapéutica de abordaje, la cual contemplará la terapia cognitivo conductual, terapia familiar y/o de pareja y en ocasiones la administración de medicamentos para regular el control de los impulsos.
Fortalezcamos la confianza y la comunicación pues son los mayores pilares para una relación de pareja saludable.
Por la Dra. Biaris, MD Psiquiatra para Ensegundos.do
Terapeuta Familiar y de Pareja – Adicciones Químicas
Schizophrenia Research Unit (Albert Einstein College of Medicine)
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