Aquellos que se sometan a una cirugía para perder peso tienen un rieso 50% superior a la media de la población de intentar un suicidio tras la operación, según un estudio divulgado este miércoles en Estados Unidos.
La investigación abarcó las historias clínicas de 8.815 habitantes de la provincia canadiense de Ontario que se sometieron a cirugía bariátrica (banda gástrica, gastroplagia, bypass, etc.) entre 2006 y 2011 y fue publicada en la revista sobre cirugías Journal of American Medical Association Surgery (JAMA).
Los que están incluidos en el estudio fueron seguidos durante seis años, tres años antes y tres después de la cirugía bariátrica para aliviar la obesidad mórbida, una epidemia en los países ricos, donde en promedio afecta al menos a 6% de la población.
A pesar de que los investigadores ya sabían desde hace tiempo qué problemas de salud mental pueden derivarse del sobrepeso severo, no fueron capaces de identificar si los riesgos de autolesión existían antes o aumentaban después de la cirugía.
El número real de emergencias por autolesiones entre las 8.800 personas seguidas en el estudio fue bajo -111 pacientes tuvieron 158 emergencias derivadas de intentos de suicidio-.
Pero los investigadores encontraron que el riesgo de esas emergencias aumentó significativamente -aproximadamente 50%- después de la cirugía.
«Envenenamiento autoinfligido intencionalmente por medicamentos fue el mecanismo más común de intento de suicidio», sostiene el estudio.
Otros métodos de autolesión incluyen ingesta excesiva de alcohol, trauma físico y el envenenamiento por productos químicos tóxicos.
Según Junaid Bhatti, el autor principal del Instituto de Investigación Sunnybrook, en Toronto, los resultados sugieren la necesidad de mayores cuidados en el seguimiento de los pacientes que se sometieron a cirugía bariátrica.
Unas 200.000 de estas operaciones fueron efectuadas en 2014 en Estados Unidos.
«Estos eventos adversos socavan los beneficios generales de la cirugía bariátrica», dijo Bhatti.