Aunque la muerte representa casi siempre un momento de suma tristeza, posee aristas muy curiosas, incluso irónicas, a tal punto que podrían provocar una sonrisa.
Las muertes de Salem: aunque parezca mentira, ninguna de las 35 personas que fallecieron durante los juicios de Salem murió en la hoguera; 19 fueron ahorcadas y el resto pereció en la cárcel.
Increíble accidente aéreo: cuatro personas murieron a bordo de un simulador de vuelo, en 2014. Sucedió cuando un avión real se estrelló contra el centro de seguridad de vuelo de Kansas.
El hombre más longevo de Tokio: en 2010, el japonés Sogen Kato era todavía considerado el hombre vivo más viejo del mundo. Así fue, hasta que funcionarios del gobierno hallaron su cadáver momificado; había muerto en 1978.
Dos muertes para un funeral: Bono, el célebre cantante de la agrupación U2, tenía 14 años de edad cuando su madre falleció en pleno funeral de su padre.
Muerte mediática: el comediante televisivo Tommy Cooper murió por un paro cardíaco mientras se encontraba al aire, en vivo, en 1984. El público creyó que todo era parte de un acto, por lo que aplaudió y rió durante su agonía.
Un café experimental: convencido de que el café era venenoso, el rey Gustavo III de Suecia encargó un experimento para demostrarlo. Bajo la supervisión de los médicos, un prisionero fue obligado a beber tres ollas de café por día, hasta que falleció. Los médicos, así como el rey, ya habían muerto mucho antes.
Un mendigo en el parabrisas: Chante Mallard embistió con su coche a un hombre sin hogar, que por el impacto atravesó el parabrisas. La mujer lo llevó así hasta su casa, aparcó el vehículo en el garaje y dejó al mendigo como estaba, agonizando. Esperó a que muriera para llevar el automóvil con el cadáver hasta un parque y prenderlo fuego. Cuatro meses más tarde fue detenida, después de confesar el crimen abierta y graciosamente en una fiesta.
Premoniciones: el 26 de septiembre de 2011, Mikey Welsh publicó un mensaje en Twitter que decía: ‘Soñé que moriría en Chicago el próximo fin de semana (de un ataque al corazón mientras dormía). Tengo que escribir mi testamento hoy’. Murió 12 días después, de un ataque cardíaco, mientras dormía en un hotel de Chicago.
Qué mala suerte: un sobreviviente al trágico hundimiento de un barco, en 1871, pudo finalmente superar sus fobias y decidió embarcarse nuevamente, en 1911. Entonces, abordó el Titanic y murió durante el naufragio.
Rumores: Nelson Rockefeller, quien fuera alguna vez vicepresidente de los Estados Unidos, murió de un ataque al corazón cuando tenía 79 años de edad. Se rumorea que el incidente fue causado por la exigencia de la relación sexual que mantenía en ese momento con su asistente.
Fuente: supercurioso.com