Aquel 30 de agosto del 2014, parecía un día normal para cualquier mortal, pero no para la empleada doméstica, de 48 años, Flor María Galva Suero (Sarah), quien tras recibir una llamada de su patrona para que pasara a recoger la quincena, terminó en la Fiscalía acusada de abusar sexualmente del hijo de 15 años de su jefa.

Flor



Galva Suero relata que el 22 de agosto del 2014, sale de vacaciones para entrar el 1 de septiembre y el 25 se entera que la señora Delfina María Logroño Galván, de 53 años, contrata a otra trabajadora sin avisarle que estaba despedida. No obstante, recibe una llamada extraña de aquella, insistiéndole en que fuera a cobrar su salario.

“Recuerdo que le dije que podía pasar el lunes, porque era viernes y estaba de vacaciones; pero ella insistió y cuando llegué a su casa, su esposo, el señor Danilo Bargali, de 47 años, italiano, me abrió la puerta y la hija mayor de ambos, de 21 años, me avisa que su madre me atendería luego de colgar una llamada internacional. Sin embargo, apareció con un hombre que llevaba un gorra que decía Policía Nacional y me montaron en una camioneta rumbo al laboratorio Amadita”, detalla.



Agrega que cuando llegó al laboratorio se preguntó por qué su patrona estaría tan interesada en su salud, y le comentó a la bioanalista que siempre había padecido de anemia y con la sangre que le extraían se sentiría peor; pero, necesitaba saber para qué eran los análisis. Sin molestia alguna, la laboratorista le informó que le entregaría los resultados.

Fue de esta forma que Sarah Galva Suero se enteró de que los análisis eran para comprobar si ella tenía la enfermedad de transmisión sexual clamidia, bacteria que fue detectada en el hijo de 15 años de la dueña de la casa, quien sufre de déficit de atención y cursa el tercero de la primaria.

“Me quedé en shock, no podía creer lo que estaba pasando. Sin mediar palabra me llevaron al Palacio de Justicia, me ficharon; estuve detenida desde el 22 a 24 de septiembre del 2014. Luego de pagar una garantía económica de RD$2,000 pesos, salí en libertad”, cuenta la exempleada.

Flor María Galva Suero es madre de tres hijos, dos varones y una hembra, el más pequeño de sus vástagos tiene la misma edad del menor en cuestión. Cuenta 22 años de matrimonio y 20 en el Evangelio, vive en Los Claveles de Los Girasoles, Distrito Nacional. Se hizo bachiller en Prepara,ha trabajado durante 13 años en casas de familias y según cuenta nunca se ha visto envuelta en ningún conflicto.

Explica que en principios empezó a trabajar en la casa de los señores Bargali Logroño tres veces a la semana, después de lunes a viernes, en el horario de 9 a 6 de la tarde. Su obligación era lavar, planchar, limpia y cocinar. “Cuando llegaba ya el joven estaba en su escuela y cuando salía continuaba en su sala de tarea”.

Aún, un año después no le han entregado su liquidación de 5 mil pesos. Confiesa sentirse confiada en que Dios le dará la victoria y que la verdad saldrá a la luz, tal como lo dice en la Biblia, en Lucas 8:17 “Porque nada hay oculto, que no haya de ser manifestado; ni escondido, que no haya de ser conocido, y de salir a luz”.

Aclara que en muchas ocasiones la señora Delfina María Logroño Galván la acusaba de robarse cualquier cosa que tuviera extraviada, pero después que la encontraba le pedía mil excusas. Ante esto, dice que no se lo tomaba en cuenta porque tenía conocimiento de que su jefa era alcohólica y excesivamente celosa.

Revela que ha gastado 100 mil pesos en abogados, los cuales han sido suplidos milagrosamente por su iglesia evangélica, familiares y amigos, quienes creen en su inocencia y en que Dios hará justicia.

Flor María Galva Suero (Sarah) pide al Ministerio Público hacer una investigación de su caso y recabar información en el barrio y en los lugares donde ha laborado para que la verdad pueda florecer. Por el momento, ha sido sentenciada a cinco años de cárcel, con derecho a apelar hasta el 30 de octubre, para revocar la condena.

Fuente Dominicanoshoy.com/ Anny Duarte