Este es sólo uno de los múltiples tipos de cáncer, ya que crece y se desarrolla en el tejido de las glándulas mamarias. De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud (NIH por sus siglas en inglés) existen 2 tipos: el carcinoma ductal, y el carcinoma lobulillar.
El brócoli
Es un gran aliado gracias a un compuesto llamado sulforafano que ayuda al cuerpo a combatir la propagación de los tumores. Investigaciones recientes hechas por el NIH revelaron que éste puede inhibir una enzima, llamada HDAC, que trabaja para suprimir la capacidad de lucha del tumor del cuerpo.
Ajo
Es considerado un alimento que puede combatir el cáncer en varias de sus formas, según el Instituto Nacional del Cáncer. Un estudio encontró que las mujeres que consumían regularmente ajo y cebolla, tenían un riesgo significativamente menor de padecer cáncer de mama.
Granada
Son populares gracias a que poseen ricas cantidades de antioxidantes antiinflamatorios y polifenoles, además de un fitoquímico llamado elagitaninos, que interfiere en la producción de la aromatasa, una enzima que aumenta la producción de hormonas en tejido mamario, explica la Dra. Nalini Chilkov, experta en cáncer y medicina saludable.
Nueces
Estudios aplicados en ratones han encontrado que consumir nueces en una dieta saludable y durante toda la vida reducen el riesgo de desarrollar cáncer de mama a la mitad ya que disminuye el crecimiento de tumores gracias a su composición rica en ácidos grasos omega-3, fitoesteroles o antioxidantes.
Cúrcuma
La curcumina, un compuesto que se encuentra en la cúrcuma, puede desempeñar un papel importante en el bloqueo de la expresión de una molécula llamada RANKL, que se ubica en las células tumorales de cáncer de mama más mortales y agresivos. También ayuda a prevenir el cáncer de piel.
Semillas de lino
Muchas de las investigaciones sobre sus propiedades anticancerígenas se han hecho en ratones o en cultivos celulares in vitro, pero según la Sociedad Americana del Cáncer, los lignanos (metabolitos de estas plantas) desaceleran el movimiento y la «adherencia «de las células de cáncer de mama.
Bayas
Tienen varios poderosos antioxidantes, principalmente antocianos y ácido elágico que han demostrado en estudios de cultivos celulares, reducir el daño que producen los radicales libres a las células sanas, de acuerdo con el Instituto Americano para la Investigación del Cáncer.
Té verde
Es rico en polifenol EGCG (epigalocatequina-3-galato), que ha demostrado ser un gran aliado para frenar la propagación de las células de cáncer de mama, además de prevenir el cáncer de piel, de colón y próstata.
Tomates
Algunos estudios han determinado que el consumo de más cantidad de licopeno, un antioxidante que contiene esta verdura, puede retrasar el crecimiento de las células que originan el cáncer de mama. Otras investigaciones demuestran su efectividad contra el cáncer de vejiga, próstata, pulmón y los ovarios.
Coliflor
Es rica en vitamina C y manganeso, así como en beta-caroteno, beta-criptoxantina, ácido cafeico, ácido cinámico, ácido ferúlico, quercetina, rutina, kaempferol. Todo esto ayuda a reducir el riego de estrés celular que degenera en casi todos los tipos de cáncer.
Fuente Holadoctor.com