La coordinadora nacional de cárceles mexicanas y el director del penal donde se encontraba el narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán autorizaron trabajos de remodelación para ocultar los ruidos de la construcción del túnel por el que se fugó el capo, aseguró este jueves un fiscal.
Estos dos exfuncionarios ya detenidos «autorizaron y permitieron la realización de obras cosméticas para disfrazar los ruidos provenientes del subterráneo del penal desde donde se estaba construyendo el túnel» por el que escapó Guzmán, dijo a Radio Fórmula Gustavo Salas, titular de la fiscalía especializada en delincuencia organizada.
Celina Oseguera, quien era la máxima autoridad del sistema penitenciario nacional de la secretaría de Gobernación (Interior), y Valentín Cárdenas Lerma, quien era director del penal del Altiplano, fueron detenidos en septiembre pasado.
Guzmán, de 58 años de edad, se fugó la noche del 11 de julio pasado del penal de máxima seguridad del Altiplano a través de un túnel de 1,5 km sin que las autoridades aparentemente se percataran en lo inmediato de la evasión y de los ruidos en la celda.
La semana pasada se conoció por la cadena Televisa un video con audio de la celda de Guzmán en el que se escuchan sonidos de martillazos minutos antes de la fuga. Los custodios demoraron casi 40 minutos para entrar en la celda vacía.
Salas detalló que personal del penal reportó a autoridades los ruidos pero no se investigaron sino que, por el contrario, continuaron con trabajos de impermeabilización y cambio de mosaico en la zona donde se encontraba Guzmán, inusuales debido a la temporada de lluvias, para ocultar los sonidos provenientes del túnel.
Tras salir del subterráneo que llegaba a una casa en construcción en un terreno comprado por sus cómplices, Guzmán viajó por tierra a Queretaro (centro), donde abordó una avioneta que lo traslado a su feudo, una zona montañosa en los límites de Sinaloa y Durango (noroeste), según las autoridades.
El miércoles, la fiscalía general informó de la detención de seis hombres, entre ellos el cuñado de Guzmán y uno de sus pilotos de mayor confianza, que se encargaron de organizar la fuga.
La Marina Armada mantiene un amplio despliegue en las montañas de Sinaloa y Durango en busca del narcotraficante, que días atrás, mientras fuerzas especiales penetraban en la zona, «realizó una huida precipitada» sufriendo un percance que «le causó lesiones en una pierna y el rostro», según informes de inteligencia relevados por autoridades.
Guzmán ya se había evadido de otro penal de máxima seguridad en enero de 2001 y había sido recapturado en febrero de 2014.