Bruno Odos, uno de los dos pilotos franceses fugado de República Dominicana para eludir una condena por narcotráfico, fue interrogado este martes por jueces franceses, que decretaron su detención preventiva.
Los jueces de instrucción, que investigan el escándalo conocido como «Air Cocaína», interrogarán el miércoles al otro piloto condenado por la justicia dominicana, Pascal Fauret, de 55 años.
«Hay que complacer a Santo Domingo, la lógica de la investigación es incomprensible» deploró el abogado de los pilotos, Jean Reinhart, ante la prensa.
Odos, de 56 años de edad, deberá permanecer hasta nueva orden en la cárcel por razones de «orden público» y para atender las «necesidades de la investigación», precisó el abogado.
«La justicia parece que los considera unos forajidos» cuando en realidad eran «pilotos que no fueron precavidos» y que cargaron unas maletas sin inspeccionar su contenido, afirmó el abogado.
Una jueza francesa, Christine Saunier-Ruellan, instruye la causa desde febrero de 2013.
Ambos fueron detenidos en Francia tras su llegada, el lunes de madrugada.
Desde su fuga son objeto de una orden de detención internacional emitida por la justicia dominicana, pero Francia no extradita a sus ciudadanos.
Una condena definitiva en República Dominicana podría ser un obstáculo para que sean juzgados en Francia, dado que nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito. Pero ese principio no se opone hasta ahora a la continuación de la investigación en Francia, precisó Reinhart.
– Protesta de Sarkozy –
La investigación fue abierta a principios de 2013 en Marsella a raíz de informaciones sobre el «comportamiento sospechoso» de pasajeros de un Falcon 50 que aterrizó un mes antes en Saint-Tropez.
La justicia sospecha que los pilotos y dos otros franceses, Nicolas Pisapia y Alain Castany, también condenados en la República Dominicana y que siguen en ese país, de haber introducido cocaína a Francia oculta en decenas de maletas cargadas en ese jet privado.
Varios vuelos de ese avión, fletado por una firma de alquiler, SN-THS, son sospechosos para la justicia francesa.
Un aduanero, que inspeccionó el avión en cuestión en diciembre de 2012, es también sospechoso.
Un empresario, Franck Colin, que reconoció haber fletado el avión, se encuentra detenido también. Dos directivos de la fueron detenidos pero la justicia los liberó bajo control judicial.
Además del tráfico de drogas, la jueza también se interesó por tres vuelos en jet privado fletados por SN-THS y contratados, por cuenta del expresidente francés Nicolas Sarkozy, por la firma Lov Group de su amigo Stéphane Courbit.
Según el periódico Journal du Dimanche, una geolocalización del celular de Sarkozy fue pedida durante la investigación, por lo que el expresidente protestó el martes en declaraciones al diario Le Parisien/Aujourd’hui en France.
«¿Creen ustedes que se geolocaliza al jefe de la oposición, se escuchan sus conversaciones por teléfono (…) sin que la ministra de Justicia sea informada?», planteó Sarkozy.
«¿Y si la ministra de Justicia está informada, no habla de ello con el presidente?», prosiguió Sarkozy. «Yo no tengo más derechos que los otros, pero tampoco menos», recalcó.
Esta parte de la investigación sobre un eventual abuso de bienes sociales fue trasladada después a la fiscalía financiera de París.