En la República Dominicana se generan, cada día 10,000 toneladas de residuos solidos de los que más de la mitad, el 51 %, son materia orgánica, informó la Red Nacional de Apoyo Empresarial a la Protección Ambiental (ECORED) en el marco del proyecto Juntos Somos Verdes realizado por Agora Mall.

El resto de la basura se clasifica en un 16% de papel y cartón, 10 % de plástico, 6 % de vidrios, 4 % de textiles, otros tanto de metales, un 2 % tetra pack, y un 1 % corresponde a otro tipo de residuos.



Basura

Desde 2013, ECORED junto al Ayuntamiento de Santo Domingo Este, viene implementando la separación en la fuente y recolección selectiva de desechos sólidos con la inclusión de recicladores formalizados, proyecto que tiene el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a través de los Fondos Multilateral de Inversión (FOMIN).



El proyecto tiene como objetivos principales que la población separe los residuos sólidos en aprovechables y no aprovechables; que solo lleguen al vertedero los residuos sólidos que no pueden aprovechar, y dignificar el trabajo de los recolectores informales agrupándolos en una cooperativa, capacitándolos en áreas como gestión ambiental, manejo de residuos sólidos, salud ocupacional y liderazgo.

La primera fase de esta iniciativa se inició con la formación y fortalecimiento de los recolectores de basuras (Buzos), con el objetivo de dignificar su trabajo y de esta manera contribuir en la reducción de la contaminación de los residuos sólidos en el país.

Hace ya un año de la creación de la Asamblea Constitutiva de la Cooperativa de Producción, Trabajo y Servicios Múltiples de reciclaje en Santo domingo Este, con la participación de 120 recolectores informales que han pasado a formar sus propias corporativas y han sido integrados en las rutas de recolección, administrando centros de acopio para reciclaje con el apoyo de los municipios.

La intervención del proyecto desarrollado por ECORED tiene diferentes impactos, empezando por el económicos, gracias a la creación de autoempleos e ingresos para los recicladores.

Además, la obtención de materia prima para la industria nacional y el mercado de exportación del reciclaje genera divisas que entran en la economía local; y también se reducen los costos asociados a la gestión y manejo de los residuos solidos en los municipios.

También genera beneficios ambientales, como la reducción de la contaminación ambiental y el efecto invernadero; la disminución de los volúmenes de recursos naturales que se requieren extraer para la fabricación de nuevos productos y se evita la rápida saturación de los rellenos sanitarios.

En cuanto a los impactos sociales, se produce el reconocimiento y valoración de un sector excluido y discriminado como con los recicladores y su trabajo se posiciona en la agenda local y nacional.

Asimismo, hay un impacto político gracias a la incidencia en el diseño de políticas públicas nacionales para la inclusión social de la población, así como la intervención en gobiernos locales que se ven fortalecidos mediante el ordenamiento del trabajo de un sector que era informal.EFE