Lima, Perú. El mercado de cocaína irá en descenso en las próximas dos décadas y se fortalecerá el de drogas sintéticas, una problemática que los jefes antidrogas de los países miembros de la OEA abordan en Perú.
«El mercado de la cocaína se va a reducir en la próximas dos décadas (…) pero vamos a tener en el mundo un peligrosísimo mercado de droga sintética que va a tener que ser regulado y necesitar otros enfoques en los países de América Latina», dijo el martes el zar antidrogas peruano, Alberto Otárola.
Del 11 al 13 de noviembre, los jefes y representantes de organismos estatales de lucha antidroga de 35 países se reúnen en Trujillo (500 km al norte de Lima) en el 58 período ordinario de sesiones de la Comisión Interamericana para el Control de Abuso de Drogas (CICAD).
Las nuevas modalidades de producción de estupefacientes han puesto en alerta a las autoridades, que discutirán en su reunión un reporte elaborado por la Unión Europea sobre cómo se están segmentando los mercados de drogas en el mundo.
Perú, el segundo mayor productor mundial de hoja de coca -insumo clave para la cocaína- espera que el menor consumo progresivo de cocaína incida en una menor demanda de la hoja y colabore en su lucha contra el narcotráfico.
Una droga nueva por día
Según información del CICAD, hasta el momento se han detectado mundialmente unas 300 drogas sintéticas. «Se crea una droga nueva por día», agregó Otárola, jefe de la estatal Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas (Devida) y anfitrión de la reunión.
¿Y por qué caerá el mercado de cocaína? «Ahora es mucho más fácil traficar con los estupefacientes sintéticos. Muchas de ellas no están legisladas, y uno puede comprarlas por internet y hasta importarlas», agrega.
Se trata de un negocio de fácil venta, de menor violencia que el tráfico de cocaína, con menos gente involucrada y con llegada directa, principalmente a los jóvenes.
Según la Unión Europea, en dos décadas, habrá tres mercados de drogas: los emergentes, con drogas sintéticas; los decrecientes, con cocaína, y los estables, con marihuana.
Marihuana, con fuerza
«La marihuana es una sustancia que ingresa fuerte», dijo Otárola. Según cifras de la ONU al 2015, 182 millones de personas en el mundo consumen marihuana, frente a 17 millones que consumen cocaína.
En momentos en que la despenalización de su consumo está en debate mundial, Perú se muestra contrario a hacerlo.
En América Latina, Uruguay aprobó en 2013 una ley que regula la producción y distribución de marihuana y habilita a venderla en farmacias a usuarios registrados, además de aprobarse el autocultivo para consumo particular y los clubes cannábicos que la producen en forma de cooperativa.
En México, donde la suprema corte abrió la puerta para su consumo recreativo, el presidente Enrique Peña Nieto se mostró dispuesto a debatir el tema de la despenalización.
En Chile, recientemente se permitió la venta de medicamentos con componentes derivados del cannabis, mientras se debate en el Congreso un proyecto de ley enviado por el gobierno para permitir el uso medicinal y recreativo de la marihuana.
La coca en Perú
Perú redujo en 14% interanual sus cultivos de hoja de coca en 2014, de 49.800 a 42.900 hectáreas, según un informe de la ONU divulgado en julio y que ubica a este país como el segundo mayor productor después de Colombia.
Para fines de 2015, espera que los cultivos lleguen a 35.000 hectáreas.
Pese al avance, Otárola cree que el 90% de la hoja de coca de Perú se usa en fines no legales, y por eso se muestra contrario a su industrialización.
En los próximos días debe estar lista la reglamentación para que aeronaves militares puedan interceptar y hasta derribar vuelos del narcotráfico, mayoritariamente procedentes de Bolivia, esta vez sin apoyo de Estados Unidos.
También se trabaja en el control de los puertos, ya que el 70% de la droga desde Perú, sale por vía marítima.
En Perú, Devida está a cargo de la prevención, control de la oferta y el desarrollo alternativo, con la reutilización de cultivos recuperados del narcotráfico en siembra de productos como cacao o piña.