El precandidato presidencial republicano estadounidense Donald Trump, de 69 años, publicó este lunes un informe de su médico en el que se comprueba que se encuentra en «excelente estado de salud».
El informe consiste en una carta de cuatro párrafos del doctor Harold Bornstein, quien asegura atender a Trump desde 1980. Su padre, Jacob, era quien lo atendía antes de esa fecha.
«Estoy feliz de informar que Trump no tiene ningún problema médico significativo desde hace 39 años», escribió Bornstein. «Trump se sometió recientemente a un examen médico completo que no ha mostrado más que resultados positivos. Y de hecho, su presión arterial y los resultados de sus exámenes en laboratorios son increíblemente excelentes».
El médico indicó que Trump, el candidato republicano a la Casa Blanca de mayor edad, perdió siete kilos de peso en un año y que toma 81 mg de aspirina todos los días además de una pequeña dosis de estatina, un medicamento para reducir el colesterol.
La salud cardiovascular del magnate es «excelente», escribió el médico y recordó que Trump no fuma ni bebe alcohol.
«En caso de ser elegido, puedo afirmar sin equívoco que Trump será el individuo con mejor salud en haber sido elegido a la Presidencia», afirmó Bornstein, aunque no brindó pruebas del estado de salud de los anteriores 44 presidentes de Estados Unidos.
Trump, al frente de los sondeos en la campaña republicana para obtener la candidatura a las presidenciales de noviembre de 2016, celebró sus resultados médicos en un comunicado. «Tengo la suerte de haber nacido con muy buenos genes. Mis dos padres han tenido vidas muy largas y productivas».
La demócrata Hillary Clinton, de 68 años, fue la primera precandidata a la Casa Blanca en publicar su informe de salud en julio de este año. Su médica Lisa Bardack declaró en una carta de dos páginas que la exsecretaria de Estado se había recuperado perfectamente de su conmoción cerebral de 2012 y que tenía una «condición física excelente».
Jeb Bush, de 62 años, otro precandidato republicano a la Casa Blanca, publicó en octubre una carta de su médico que garantizaba su «excelente condición física y mental» que lo hacía capaz de asumir la Presidencia.
