Santo Domingo. Estamos viviendo en un tiempo de muchos disgustos, pero siempre habrá espacio para las buenas obras, ser responsable es estar consciente de nuestras obligaciones y actuar conforme a ellas.
Reza un dicho popular que uno tiene que arroparse hasta donde la sábana alcance, esto sin olvidar nuestra responsabilidad ante los compromisos asumidos.
La semana pasada escuché con mucho agrado a un vendedor ambulante de cocos indicar que el dinero que se había ganado en el día, se lo iba a llevar a una persona que le presta con regularidad.
Él me dijo que en su barrio un hombre de su confianza le facilita recursos para trabajar y en ocasiones suple otras necesidades básicas sin que le sea negada la ayuda.
El vendedor de cocos me manifestó que por nada en el mundo le interesaba arruinar la relación con este amigo, explicando lo gratificante que resulta la ayuda que le dan, porque a veces no aparece para la comida.
El hombre cumplidor, honesto y responsable siempre tendrá las puertas abiertas en esta y cualquier sociedad, esto a pesar de los malos tiempos que estamos viviendo.