Regularmente escuchamos en diciembre que el próximo año será duro, difícil, de austeridad, arduo, severo… La esperanza de un nuevo año de prosperidad se ve anulada por comentarios de mala suerte y fortuna incierta, se cambia la esperanza por el desánimo y entramos en el nuevo año convencidos de que todo lo malo sucederá y nada bueno llegará.
Tampoco estar esperanzados nos sirve de mucho, es como dejarle las cosas al destino y a la suerte y luego quejarnos de que no nos llegó, pero al vecino sí.
Entonces, “para qué esperanzarnos si total, a los demás siempre les va mejor.”
No esperemos que la suerte llegue a nuestro nuevo año sino que nos hagamos cargo de ese gran año que nos regalarán. Si quieres bienestar y prosperidad no puedes esperar que lleguen de repente sin tu hacer algún tipo de movimiento para encontrarlos.
Hay varias partes de tu ser que tendrás que trabajar si quieres que la llamada suerte toque tu puerta en este año y en cualquier momento de tu vida.
Hazte cargo de tu cuerpo, el hotel que lo hospeda toda tu vida.
No esperes que la salud te llegue sola, ni que el hotel te dure por siempre si no le das mantenimiento. Ver el ejercicio como la meta misma no para conseguir un cuerpo sano, disfruta de mantener tu cuerpo en buen funcionamiento.
Tus emociones deben estar bajo control, no podrás dejar de enojarte, pero eres responsable por el tiempo que te dure ese enojo.
La reacción es lo que debes controlar, no la emoción en sí.
No dejes que el mundo externo sea responsable de tu vida emocional, ten la suficiente inteligencia para evolucionar emocionalmente y hacer de tu vida una obra de arte.
Tus relaciones deben ser pulidas y traerle algo a tu vida.
Tenemos que relacionarnos con las personas que nos entregan algo y no con las que nos restan.
Vivir peleando con los demás no es la mejor opción de una vida con placer, podemos mejorar la relación o debemos reducir al máximo el roce con ella. Pero si chocamos con todos, entonces es el momento de analizarnos nosotros mismos para ver la posibilidad de conseguir relaciones de calidad.
Nuestro tiempo debemos tratarlo como tal.
Matar el tiempo o entregárselo tontamente a otros no es una buena opción.
Nos quejamos de la falta de tiempo pero no lo dosificamos.
El método de manejo de tareas es el recomendable para conseguir hacer más en menos tiempo. No te distraigas cuando estás haciendo alguna tarea. No dejes las cosas por mitad para hacer otra.
Vive organizado, pero sé flexible.
Si tus finanzas no están en orden, entonces nada lo estará.
Sal de las deudas mientras ahorras. Busca el problema que te llevó a las deudas, en la mayoría de los casos fue una conducta inapropiada de gasto, regularmente por una autoestima basada en lo que tenemos y no en lo que somos.
Cuando tengas ahorros, deberás hacer inversiones para hacer tu dinero crecer y convertirlo en un futuro en tu seguridad para vivir libre el resto de tu vida.
“El año que viene será duro para los que no decidan ser duros para el año que viene”
Diego Sosa / Cortesía de Amado Hasbun.