Lisboa, Portugal. Los 1.600 electores del pequeño pueblo de Muro, en el norte de Portugal, boicotearon este domingo la elección presidencial para reclamar la conexión de su localidad a la red ferroviaria urbana de la gran ciudad vecina de Oporto, indicó su alcalde, Carlos Martins.
«Los colegios electorales estuvieron abiertos de las ocho a las once de la mañana, el mínimo legal, pero no acudió a votar ni un solo elector, toda la población es solidaria con el movimiento», se felicitó Martins, interrogado por la AFP.
La empresa portuguesa de ferrocarriles dejó en 2002 de servir el municipio, de unos 2.000 habitantes, situado a 15 km al norte de Oporto, la segunda ciudad del país.
«El hecho de desplazarse se ha vuelto imposible, es difícil ir al médico, llevar los niños al colegio o ir a trabajar», cuenta Maria Dolores Viveiro, una lugareña de 62 años en paro.