Se casó con Victoria Eugenia Henao Vallejo, con quien tuvo dos hijos: Juan Pablo y Manuela. El resto de la historia ya es bastante conocida: Pablo Escobar se convirtió en el capo de la mafia colombiana a través de su negocio con la cocaína y fue uno de los más terribles —y temidos— narcotraficantes del mundo.
Estuvo preso, escapó y el gobierno colombiano lo capturó y asesinó en Medellín el 2 de diciembre de 1993. Su familia más cercana fue ocultada bajo nuevas identidades hasta que, tras la muerte de su madre, los hijos decidieron salir a contar la historia.
En 2014, su hijo Juan Pablo publicó el libro Pablo Escobar, mi padre del cual citamos estas 7 interesantes e increíbles excentricidades.
#7 La hacienda Nápoles
Entre sus decenas de propiedades en Colombia, Pablo Escobar tenía una hacienda llamada Nápoles. Era tan grande y extravagante que tenía 27 lagos artificiales, tres zoológicos, un parque jurásico con réplicas de dinosaurios a escala real y la pista de motocrós más grande de América Latina.
Además contaba con dos helipuertos, una pista de aterrizaje de un kilómetro de largo, su propia gasolinería y un taller de mecánica y pintura para vehículos. En toda la hacienda, de más de tres mil hectáreas, había 10 casas y trabajaban 1700 empleados en total.
#6 El servicio doméstico
Todas las mujeres del servicio doméstico de la hacienda Nápoles usaban ropa especialmente diseñada para ellas, recibían manicura y cursos de automaquillaje. Todo esto impulsado especialmente por Victoria Eugenia Henao Vallejo, la esposa de Pablo Escobar, quien recibía para sí misma el servicio de maquillaje y peluquería todos los días.
#5 Las flores del penthouse
Otra de las majestuosas propiedades del capo del Cártel de Medellín era el edificio Mónaco, donde tenía un penthouse de 1700 metros cuadrados. Las flores que decoraban la gigantesca propiedad eran llevadas a Medellín desde Bogotá en su avión privado, todos los días.
Cuando la familia Escobar celebraba el fin de año en la hacienda Nápoles, se ordenaba la importación de gigantescos contenedores de pólvora y fuegos artificiales que valían 50 mil dólares cada uno. Pablo Escobar regalaba la mitad a «sus hombres» y la otra mitad era para la familia. Según cuenta su hijo, Juan Pablo Escobar, gran parte de todo eso sobraba y quedaban muchas cajas sin abrir.
#3 Las fiestas temáticas
Las fiestas temáticas eran las preferidas de La Tata, como se le decía a la esposa de Pablo Escobar. Particularmente, según cuenta su hijo, las fiestas de disfraces, para las cuales enviaba a la casa de cada uno de sus invitados un grupo de sastres y modistas para que les diseñen sus propios trajes perfectamente.
#2 Las fiestas de cumpleaños
La muerte de Pablo Escobar, de Fernando Botero
Pero las fiestas temáticas no eran las únicas extravagantes: en cada fiesta de cumpleaños Pablo Escobar rifaba entre sus invitados un conjunto de valiosas obras de arte de reconocidos artistas internacionales.
#1 Los regalos para su hijo
En su libro Pablo Escobar, mi padre Juan Pablo cuenta, además de la terrible historia de violencia y narcotráfico que protagonizó su Padre, una serie de excentricidades entre las que se destacan los ostentosos y lujosos regalos que su padre le hacía:
“En mi noveno cumpleaños, 1996, recibí un regalo único que en medio de mi inmadurez no tuvo mayor significado: un cofre con las cartas de amor originales que Manuelita Sáenz le escribió al libertador Simón Bolívar. También recibí varias medallas del libertador. […] En 1988, cuando cumplí once años, ya tenía una colección de cerca de treinta motos de alta velocidad, así como motocrós, triciclos, cuatrimotos, carts, y buggies de las mejores marcas. También tenía treinta motos de agua. […] Tenía trece años y se decidió que para minimizar los riesgos de seguridad yo tuviera un apartamento de soltero; el lugar tenía dos grandes habitaciones, la mía con espejos en el techo, bar con diseño futurista, piel de cebra en el living y una silla de Venus”.
La historia de Pablo Escobar es la historia de la mafia, la violencia, la corrupción, el terrorismo y el narcotráfico en Colombia. No se sabe exactamente cuántas fueron las víctimas de este terrible criminal, pero se estima que no menos de 10 mil. Con este libro Juan Pablo Escobar no pretendió limpiar la imagen de su padre, sino todo lo contrario: reivindicar a sus víctimas.
Fuente: batanga.com