“Confío en ella….quiero poder confiar en él… ¿por qué no confías en mí? Ya no puedo confiar en ti”. Si se le pregunta a una persona qué es lo que busca en una relación es altamente probable que mencione el poder confiar en su pareja. Debe de ser una de las palabras que más se mencionan al hablar sobre relaciones románticas. A pesar de eso, no parece quedar claro qué es lo que significa esta palabra tan común a las relaciones de pareja. ¿Qué es confianza?¿Qué significa confiar en alguien? ¿Se confía en que la pareja hará o no hará algo? ¿Qué será o no de cierta manera?
El diccionario de la Real Academia Española define confianza como “esperanza firme que se tiene de alguien o algo”. Es una definición amplia en el sentido de que hace falta definir sobre qué se está teniendo esperanza y ahí es donde entra el elemento subjetivo. En otras palabras, cada uno de nosotros va a completar esta definición a partir de nuestra situación actual, de nuestra forma de ver el mundo, de nuestras experiencias pasadas y de lo que deseamos de la pareja. Confiar en la pareja significa entonces tener la esperanza o la convicción de que esta persona está y estará ahí para nosotros de la manera en la que deseamos. Asimismo, es importante señalar que estas expectativas y deseos son construidos por ambos miembros de la pareja y suelen cambiar conforme se desarrolla la relación.
Es difícil hablar sobre una relación “normal” o “sana” pero podemos definirla como una relación en la que las expectativas de sus integrantes se están cumpliendo, sin negar la individualidad de éstos. Cuando existe esta confianza son pocas las preocupaciones – o más fáciles de resolver – sobre si uno de los miembros quiere o no al otro, sobre si X va a serle infiel a Y o si A, en verdad, se comprometerá con B.
Ahora bien, ¿qué pasa cuando no hay confianza en la pareja?
Llama la atención que es más fácil definir la confianza a partir de la falta de ésta. Conocemos bien los escenarios en los que no hay confianza o existe precariamente y usualmente son escenarios en los que la infidelidad de algún tipo está presente.
Muchas veces son casos en los que los miedos de relaciones y eventos pasados se trasladan a la relación actual. Una mujer, por ejemplo, con experiencias tempranas de abandono y pérdida centrará sus esperanzas románticas y también sus miedos en torno la presencia constante de su pareja. “Como todos me abandonan mi novio también me va a abandonar.” Por otro lado, un hombre con un historial de haber sufrido engaños e infidelidades puede buscar en cada comportamiento de su esposa una señal de que está saliendo con alguien más. “Al igual que mis parejas anteriores, mi esposa me va a ser infiel.” En estos casos, hay algo parecido a la confianza pero en su aspecto negativo: el miedo y también la certeza de que las expectativas puestas en otro van a cumplirse…y también que vamos a cumplir con los miedos que alguien nos atribuye; puede ser que esto esté detrás del miedo de lastimar a la pareja.
La capacidad o incapacidad de tener confianza en la pareja tiene también un vínculo estrecho con la relación que se tiene con uno mismo. En los ejemplos anteriores podemos suponer que los dos personajes pueden tener una relación similar consigo mismos a la que temen encontrar: sentir que no merecen ser amados y sentirse también incapaces de amar.
Asimismo, es importante distinguir los casos en los que la confianza en la pareja es escasa o inexistente sin razón alguna de por medio de las situaciones en las que sí ha habido claras violaciones o manipulaciones. En estos casos hay que preguntarse si vale la pena continuar con la relación y recordar también que confianza no equivale a negación. Hay muchas personas que por miedo a estar solas evitan ver señales claras de que no están en una relación que les conviene.
A manera de conclusión, cabe mencionar que todos ponemos nuestras esperanzas y miedos en las relaciones amorosas. Al confiar en la pareja, tenemos la esperanza de que se van a cumplir nuestras expectativas “positivas” de crear algo nuevo por encima de nuestros propios miedos. Cuando no se puede tener esta confianza o parece haber algún tipo de estancamiento en ella, puede valer mucho la pena buscar un apoyo terapéutico tanto de forma individual como en terapia de pareja.
Fuente: De10.com.mx