Brasil informó que los casos de bebés con microcefalia aumentaron 10% respecto de la semana pasada, con 508 confirmados, en una escalada que los científicos locales vinculan al contagio de virus zika durante la gestación.
El brote de esta virosis poco conocida que es transmitida por el mosquito Aedes aegypti y su potencial vinculación con malformaciones congénitas llevó a la OMS a declarar una emergencia global.
El reporte anterior del 12 de febrero dio cuenta de 462 casos.
El país investiga otros 3.935 casos de bebés con un cráneo más pequeño que lo normal, de los cuales 39,9% fue notificado en el último mes y medio, según datos del Ministerio de Salud.
El restante 60,1% corresponde al año pasado.
La media de referencia de casos de microcefalia en Brasil es de 150 anuales. La enfermedad deja secuelas irreversibles en el cerebro y su aparición también está asociada a madres que contrajeron sífilis, rubeola o toxoplasmosis durante el embarazo.
Las autoridades estiman que un millón y medio de personas fueron contagiadas por el zika en Brasil. Un 80% de los casos son asintomáticos.
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Con solo dos de sus 27 estados sin casos de microcefalia, Brasil quedó en el centro de una epidemia estremecedora, mientras la comunidad científica trabaja en una vacuna que demoraría tres años en estar disponible.
La OMS lanzó este miércoles en Ginebra un llamado para recaudar 56 millones de dólares para financiar la lucha contra el zika. Su directora, Margaret Chan, llegará a Brasil el 23 de febrero en una visita de 48 horas que coincidirá con una misión de técnicos estadounidenses que ya están en el país.
Combatir al mosquito es de momento la única medida para limitar al zika, que según científicos brasileños aún no circula intensamente en grandes centros urbanos como Rio de Janeiro y Sao Paulo, dos estados que en conjunto suman casi 60 millones de habitantes.
A seis meses de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Rio-2016, Brasil lanzó un gigantesco programa de fumigación para diezmar al Aedes aegypti.
«El mosquito es totalmente doméstico, si puede, nace, crece y vive dentro de las casas», explicó a la AFP Paulo Lopez, mientras fumigaba residencias en suburbios de Brasilia donde fueron notificados casos de personas infectadas con virus zika.
«Todo el mundo está con miedo», resumió Valdemar Barbosa dos Santos, un albañil de 67 años, luego de que su vivienda fuera rociada con el vapor blanquecino del pesticida.
