México, México. La mujer de Joaquín «El Chapo» Guzmán dijo temer por la vida del capo mexicano y denunció que sus derechos humanos son violados en la prisión de máxima seguridad en la que está recluido desde enero, informó ayer la cadena estadounidense Telemundo.

Emma Coronel dijo a la televisora que las autoridades mexicanas están «tratando de cobrarse lo de la fuga» del capo. Guzmán Loera, líder del cártel de Sinaloa, huyó espectacularmente en julio de 2015 del penal de Almoloya a través de un túnel de 1,5 km, humillando el gobierno de presidente Enrique Peña Nieto.



La joven mujer concedió su primera entrevista a Telemundo, que ayer publicó una parte de la charla. El próximo domingo será presentada en su totalidad.



«Temo por su vida, no sabemos si está comiendo bien. En general no sabemos en qué situación se encuentra porque no lo hemos podido ver», dijo Coronel, de 26 años y quien fue reina de belleza de Las Canelas, su pueblo natal en Durango (norte).

Coronel, quien hasta hace poco era considerada la tercera esposa de Guzmán, trató de visitarlo en el penal al que el capo regresó el 8 de enero tras su recaptura en Sinaloa.

Sin embargo, las autoridades mexicanas se lo impidieron desconociendo su calidad de esposa porque dijeron que Guzmán Loera no se ha divorciado de su segunda mujer.

«Primero va a tener que entregarnos un acta de divorcio y después demostrarnos su concubinato» con Emma Coronel, dijo Eduardo Guerrero, titular del sistema de Prevención y Readaptación Social, el mes pasado.

Los custodios «están todo el día con él, viéndolo en su celda. Todo el día están ahí, están pasando lista a cada hora, no lo dejan dormir, no tiene privacidad ni para ir al baño», dijo Coronel.

Tras el regreso de Guzmán Loera al penal, las autoridades reforzaron las medidas de seguridad. Entre ellas, dispusieron de un guardia permanentemente en la puerta de barrotes de su calabozo, que porta una cámara en su casco. Adicionalmente, cada tanto es cambiado de celda de manera imprevista.

Imágenes publicadas por la prensa mexicana de la celda del capo, que también es vigilada por cámaras, muestran una simple plancha con un delgado colchón para dormir, una mesa de noche, un retrete y una ducha. Estos espacios no están separados por muros, para que no haya «puntos ciegos», dijeron en su momento autoridades mexicanas.

Guzmán se escapó en julio del año pasado por un boquete en el piso de la ducha de su anterior celda, que conducía por un túnel hacia el exterior de la prisión.

Uno de sus abogados dijo esta semana a Radio Fórmula que Guzmán, de 58 años, se queja de que los guardias lo despiertan cada dos horas para pasar lista y que lo están «convirtiendo en un zombi».

«Yo pienso que cualquier ser humano tiene derecho a tener por lo menos las cosas vitales de un ser humano, no se las están haciendo valer a él, me consta», dijo Coronel, quien en 2011 tuvo a las hijas que procreó con «El Chapo» en un hospital de Los Ángeles (EEUU).

Emma Coronel

Antes de su fuga «El Chapo» y otros 140 reos enviaron una carta al ombudsman para denunciar las condiciones «inhumanas» en que están recluidos, alegando comida con gusanos o colchones maltrechos para la visita conyugal.