El gobierno de Puerto Rico afirmó este lunes que en mayo incurrirá en un nuevo impago si el Congreso de Estados Unidos no acude antes en su auxilio y le permite reestructurar su enorme deuda de 70.000 millones de dólares.

La advertencia la hizo el gobernador Alejandro García Padilla en su mensaje sobre la situación del Estado ante la Asamblea Legislativa, en la que expuso la grave crisis económica en la que se encuentra la isla caribeña.



Alejandro Garcia Padilla

«Estemos claros, si el Congreso (de EEUU) no actúa, a partir de mayo se vencen préstamos que hicieron otros gobiernos sin procurar ingresos suficientes para pagarlos. No hay dinero para hacer esos pagos», dijo el gobernador del estado libre asociado a Estados Unidos.



San Juan aboga ante el Congreso norteamericano para que incluya a la isla en la Ley de Quiebras, lo que le permitiría una reestructuración ordenada de su deuda, algo que le está vedado actualmente. El gobierno de Barack Obama se ha unido a esa petición.

Puerto Rico debe pagar 400 millones de dólares de deuda del Banco Gubernamental de Fomento (BGF, central) que se vencen en mayo.

Pero García Padilla dijo que el gobierno priorizará el pago de servicios básicos y sueldos de policías, maestros o bomberos. «En esa encrucijada, voy a escoger pagarle a los de aquí», aseveró.

Incumplir con la deuda de mayo podría tener un efecto cascada, ya que Puerto Rico deberá cumplir en julio con otro pago de 700 millones de dólares de bonos de obligación general, que están garantizados por su constitución.

«Le hemos dicho al país y al mundo que nuestra deuda es impagable bajo los términos en que fue contraída y que, por lo tanto, es necesario reestructurarla», aseveró el mandatario en su último mensaje de Estado, ya que termina su periodo en enero de 2017.

García Padilla aclaró que no se trata de no pagar, sino de replantear los términos para dar oportunidad a que la economía se recupere y crezca.

La isla ya incurrió en el pasado en impagos de deuda, pese a recortes fiscales y algunas reformas promovidas por el gobierno.

Desde hace casi una década, Puerto Rico se mantiene hundida en la recesión, lo que ha provocado un verdadero éxodo de habitantes a Estados Unidos continental, agudizando aún más los problemas económicos de la isla de 3,5 millones de habitantes.