Opinión de Raúl Amiama
No existe razón válida o explicación dialéctica que justifique en su más mínima expresión la muerte de una persona de manera tan irresponsable como la del Ex Rector de la UASD Mateo Aquino Febrillet. Me dirigía camino a la universidad para asistir a mis estudios de maestría cuándo por un grupo de “chat” informan de tan lamentable noticia. Quedé paralizado, completamente estupefacto de lo que acababa de leer, solo atine a llamar a mi madre y comentarle el suceso que rápidamente me exclamo: ¡ Mi hijo y qué es lo que está pasando en este país !
En mi mente pasaron tantos pensamientos de cómo andamos como sociedad que me sentí preocupado, turbado y recordé que apenas han transcurrido tres meses de la muerte de Juan de los Santos y otro hecho violento de alta transcendencia sacude la colectividad dominicana. Luego un gran asombro me invadió al momento de enterarme que el reconocido dirigente Blas Peralta (Presidente de FENATRADO) está involucrado en el crimen… entonces Yo me pregunto: ¿Cómo podría llamársele a esto?, la única forma de definir este horrendo delito es categorizarlo como la “Disgregación Nauseabunda Nacional” que atraviesa esta isla del caribe.
No he podido acertar desde el pasado viernes con la semántica reglamentaria para describir toda mi aflicción, coraje y descontento, tendría que utilizar de tres a cuatro idiomas para manifestar en su generalidad lo que se ha convertido este “bendito” país. Estamos en camino a la deriva, hacia un precipicio anti-moral, anti-ético, inhumano, poco sociable, lleno de avaricias y en contra de las costumbres del cristianismo que ponen en una situación de inseguridad a nuestros hijos y su futura descendencia. Estamos en frente de un demonio de siete cabezas totalmente adiestrado, preparado para devorarnos y defecar todos nuestros valores, ese demonio llamado “Corrupción” no se detendrá hasta encontrar un muro social construido de personas valientes, perseverantes y honestas que defiendan al dominicano.
¿100,000 firmas para qué?
La Casa Blanca brindó el apoyo total al Embajador James Brewster, un diplomático que por su preferencia sexual está siendo objeto de infinitas críticas. Que Yo no esté de acuerdo con su exhibicionismo gay, es totalmente cierto, pero tampoco comparto una propaganda de recolectar 100,000 firmas para solicitar al congreso americano que lo retire como representante de Estados Unidos, cien mil firmas que deberían de estar siendo reunidas para exigir al Gobierno Dominicano un plan efectivo en contra de la delincuencia, para que sanee la Justicia de nuestro país. Ese “interés” para que “firmen” que nunca se presentó como forma para protestar por el famoso aquel “No Ha Lugar”, firmas que nunca se han reunido para sacar los verdaderos corruptos que todos los conocen
. Vivimos en una doble moral que nos consume, que nos ridiculiza y nos coloca como “Subnormales e Indios Retrasados” delante de toda la comunidad internacional que hace mucho empezó a empoderarse… ¡Sino pregúntenle a los Brasileños!