La insurrección de Boko Haram en el Estado de Borno, en el noreste de Nigeria, ha provocado 20.000 muertos y pérdidas por 5.900 millones de dólares, según un estudio elaborado por el Banco Mundial.
El informe, que todavía no ha sido publicado, muestra la magnitud de la destrucción provocada por la rebelión que comenzó en 2009 y que llegó a controlar vastos territorios en las regiones del noreste de Nigeria.
Este estudio forma parte de «una evaluación de la reconstrucción y de la pacificación», un programa de intervención que implica al Banco Mundial, la Unión Europea y la ONU para ayudar a seis estados del noreste del país.
Sólo en el Estado de Borno, fuentes cercanas al informe dijeron a la AFP que 20.000 personas murieron, una cifra más alta que las estimaciones precedentes de 17.000 víctimas en todo el país.
Este estado, uno de los más golpeados por la violencia, es el hogar de más de 2 millones de desplazados, donde se estima que los combates dañaron cerca del 30% de las viviendas.
