Santo Domingo. Claudio Caamaño, combatiente de la Guerra de Abril de 1965 y guerrillero en el desembarco de playa Caracoles en 1973 (fallecido ayer), dijo en su última entrevista el domingo pasado que antes de ir a Cuba recibió la encomienda de José Francisco Peña Gómez de proponerle a Francisco Alberto Caamaño que fuera el candidato presidencial del PRD para 1970, bajo el argumento de que Juan Bosch se iba del partido.
Caamaño dijo que antes de esa reunión se encontraba en el extranjero y fue mandado a buscar por el general Fausto Caamaño, padre de Caamaño, para que viajara a Cuba y tratara de convencerlo de que desistiera de la organización de la guerrilla para venir a combatir al gobierno de Joaquín Balaguer.
Con relación a la propuesta de Peña Gómez, con quien se reunió en un apartamento de la Zona Colonial, Caamaño la rechazó argumentando que sería un presidente servil al gobierno de los Estados Unidos, como todos los tenidos en el país, y que no le daría esa decepción al pueblo dominicano.
Indignado por intervención
La intervención de Estados Unidos el 28 de abril de 1965 fue muy dolorosa para Caamaño, porque siempre vio con buenos ojos a esa nación, formado militarmente allí, y hablaba muy bien el inglés.
A la 1:00 de la madrugada del 28 de abril Caamaño fue informado de que los norteamericanos estaban aterrizando un avión cada seis minutos en la Base Aérea de San Isidro.
“Me dijo, nos están invadiendo los norteamericanos, tenemos que tomar una serie de medidas…”, recordó.
Después de la batalla del puente Duarte, que comandó Caamaño, fueron a casa de la novia de Claudio a dormir, porque no tenían donde ir, y estaban a pie. En plena Guerra de Abril fue hombre que siempre fue al frente disparando, dando el ejemplo, y se caracterizó por su gran liderazgo de mando, aunque entre las balaceras y ruidos de aviones, que descargaban bombas hasta de 500 libras, tenían que hablar por señas.
Recordó el fuerte carácter de Caamaño y de su gestión como Presidente de la Republica, donde recibió muchas orientaciones de Peña Gómez y otros dirigentes políticos.
Guerrilla
Claudio dijo también que no pudo convencer a Caamaño de que desistiera del plan guerrillero. Al final, optó por acompañarlo, y continuar otra batalla juntos.
Contó por qué fracasó la guerrilla de Playa Caracoles y mencionó entre las causas la falta de alimentos (no pudieron enterrarlos para mantenerse en las montañas) que impidió que pudieran avanzar a los puntos acordados, o el hecho de encontrarse con grupos de unos cuatrocientos hombres armados en la Cordillera Central.
Caamaño confirmó que fueron nueve hombres los que desembarcaron, y que más de cien desertaron en Cuba, luego de ser enviados por grupos políticos desde República Dominicana. Las armas que trajeron fueron adquiridas por el régimen cubano en Vietnam, la casa de Caamaño estaba a 60 metros de la del líder cubano Fidel Castro.
Claudio, quien fue herido en un ataque sorpresa por fuerzas militares, recordó que escuchó el sonido de las armas cuando dispararon amarrado a Caamaño, quien de acuerdo a versiones de oficiales que participaron en la operación, logró levantar las manos como pudo para gritar: “¡Qué viva la República Dominicana!”.
Revelaciones de sus familiares
Aunque históricamente se conoció que eran primos, Claudio aclaró que en realidad, Francisco Caamaño era su tío, El abuelo de Claudio crió a Fausto Caamaño, padre de Caamaño. “Él era realmente tío mío, pero me decía: No digas eso que me vas a poner viejo”, dijo entre risas.
A Caamaño lo recuerda desde los primeros años de edad. Cuando se reunían en familia lo defendía de algunos primos que querían maltratarlo, y siempre andaba detrás de él. “Era mi protector, me llevaba cuatro años”. Caamaño fue quien ingresó a Claudio a la Policía como teniente.
“Caamaño era ante todo una de las personas más inteligentes que he conocido, de gran sensibilidad social”, manifestó.
La entrevista
La entrevista que hizo Quiroz a Claudio Caamaño fue grabada el lunes 14 y transmitida este domingo 20. La coordinación se produjo en medio de otra entrevista, una semana antes, lograda para un documental histórico sobre la vida del doctor Peña Gómez.
Caamaño estuvo interesado en la segunda entrevista, esta vez para la televisión semanal, y viajó de nuevo desde Baní para la cita. El domingo 7 llamó a la casa del entrevistador para confirmar el encuentro.
“Llegamos casi juntos” dijo como saludo, seguido de una sonrisa, cuando llegó al camerino. Durante la entrevista mantuvo su característico tono enérgico, preciso y seguro, pero siempre muy amable.
Al final, cuando se despedía en el pasillo del canal, expresó: “Yo siempre ando sin chofer, nunca me ha gustado”. Levantó su mano, como despedida, y a media vuelta dijo: “Y tú sí eres familia del Quiroz militar, el combatiente”. Un intercambio de sonrisas puso fin al encuentro y se marchó.