Nueva York. Los puntos de acceso a Wi-Fi comenzaron a surgir como hongos en Nueva York, que está aprovechando sus viejas cabinas telefónicas para proveer la red de internet gratuita más extensa y rápida del mundo.

Es imposible no verlas: los terminales rectangulares, bautizados LinkNYC, tienen 2 metros de largo por 89 cm de alto y 88 cm de ancho. De cada uno de sus lados, desfilan publicidades en pantallas digitales. Y sobre un canto de 25 cm están todos los servicios gratuitos para turistas y neoyorquinos.



Internet nueva york

Imagen cortesía de www.link.nyc

Se puede conectar el teléfono o la tableta a una red Wi-Fi 20 veces más rápida de lo que es usual en Nueva York. Tiene un radio de al menos 45 metros y puede alcanzar hasta 100 metros.

Una tableta táctil integrada al punto Wi-Fi permite llamar gratuitamente a cualquier número telefónico en Estados Unidos, con la posibilidad de colocarse unos audífonos para preservar la intimidad de la conversación. También se puede utilizar esta tableta para consultar un mapa, navegar por internet o llamar a servicios de emergencia y municipales.



Además, permite recargar teléfonos y tabletas.

El proyecto fue anunciado en noviembre. Desde enero, CityBridge, el consorcio que se adjudicó el contrató, ya instaló 140, de los cuales 40 ya están totalmente operativos en las avenidas 3ª y 8ª, 24 horas al día.

Se instalarán unos 510 puntos Wi-Fi antes del verano en cinco vecindarios y CityBridge prevé colocar 10.000 en total en los próximos 12 años, que es la duración de su contrato con la alcaldía.

Las primeras respuestas han sido «extremadamente positivas», dijo a la AFP Jen Hensley, directora general de LinkNYC. «Todo el mundo está muy entusiasmado, están impresionados por la velocidad y la funcionalidad».

Otras grandes ciudades en el mundo también tienen su red de wifi gratis. «Pero pensamos que, debido a la concepción de la red y lo que será su tamaño final, además de la cantidad de terminales que habrá disponibles en Nueva York, somos la red más importante y más rápida del mundo», señaló Hensley.

El costo de la operación -200 millones de dólares- está financiado por la publicidad local que desfila a los costados de los terminales. La alcaldía debería obtener unos 500 millones de dólares de estos anuncios, repartidos 50% entre la ciudad y el consorcio.

Para conectarse al Wi-Fi por primera vez, es necesario que el usuario ingrese su dirección de correo electrónico. En adelante, la conexión se hará automáticamente siempre que haya un terminal cerca.

Recolección de datos 

Algunos criticaron el riesgo a la violación de la privacidad, debido a la obligación de entregar la dirección de correo electrónico para conectarse.

La rama neoyorquina de la ACLU, la mayor asociación estadounidense de defensa de las libertades individuales, escribió a la alcaldía a mediados de marzo exponiendo su preocupación por el hecho de que el usuario de LinkNYC, además de su email, también debe aceptar que CityBridge recopile datos sobre los sitios visitados desde el terminal y los conserve por un año.

«El usuario de una red Wi-Fi pública no debería tener que aceptar esta recolección ilimitada de datos para poder conectarse a internet», escribió NYCLU.

Pero LinkNYC considera que estas preocupaciones no tienen fundamento y afirma que negoció con la ciudad una política que da prioridad al respeto de los consumidores.

«No vamos a vender ni compartir jamás información personal identificable a terceras partes», dijo Hensley. «En esta etapa, no estamos recogiendo datos sobre lo que la gente hace en internet», añade, sin descartar no obstante lo que pueda hacerse a largo plazo.

Unas 8.000 cabinas telefónicas, muchas en muy mal estado, siguen en pie en Nueva York. Muchas de ellas no sirven y progresivamente serán destruidas, a medida que se instalen los nuevos terminales interactivos.