El astro argentino Lionel Messi, que será juzgado en España por fraude fiscal, negó este lunes haber organizado una nueva trama de evasión a través de una sociedad panameña tras verse salpicado por el escándalo de los «Panama papers».

«La sociedad panameña a que se refieren dichas informaciones es una compañía totalmente inactiva, que jamás tuvo fondos ni cuentas corrientes abiertas», afirma el jugador en un comunicado conjunto con su familia.



Leo Messi

Son «falsas e injuriosas las acusaciones de haber diseñado una nueva trama de evasión fiscal e, incluso, de crear una red de blanqueo de capitales», añade el comunicado, reconociendo la existencia de la compañía pero precisando que fue creada por antiguos asesores fiscales de la familia.



En un momento clave de la temporada para el FC Barcelona, que el martes disputa la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones contra el Atlético de Madrid, el club no dudó en mostrar «afecto y solidaridad» con su indiscutible figura.

El astro del FC Barcelona y su padre, Jorge Horacio, figuran entre las personalidades afectadas por la filtración de documentos del gabinete panameño de abogados Mossack Fonseca, especializado en crear empresas en paraísos fiscales.

Según el diario digital español El Confidencial, que formó parte de la investigación periodística internacional que destapó el escándalo, los Messi constituyeron esta sociedad en Panamá en junio de 2013, justo después de ser denunciados en España por fraude fiscal.

A través de esta empresa, Mega Star Entreprises Inc, «habrían seguido facturando sus derechos de imagen a espaldas de la Agencia Tributaria» española, señalan.

Versión de Messi

La versión del futbolista es completamente opuesta. Según el comunicado, esta empresa «deriva de la antigua estructura societaria diseñada por los anteriores asesores fiscales de la familia Messi, cuyas consecuencias fiscales para Lionel Messi ya fueron regularizadas en su momento».

Se refieren a la trama destapada en junio de 2013 que a finales de mayo será juzgada en Barcelona, con Messi y su padre como acusados.

La justicia sospecha de un fraude de 4,16 millones de euros correspondientes a derechos de imagen que ingresaron entre 2007 y 2009 a través de empresas radicadas en Uruguay y Belice, considerados entonces paraísos fiscales.

A pesar de reembolsar la cantidad defraudada y los intentos del padre de asumir toda la culpabilidad, ambos se enfrentan a penas de hasta 22 meses y medio de cárcel que difícilmente se cumplirían pues en España las condenas inferiores a dos años no suelen aplicarse si no existen antecedentes.

Con la revelación de estos documentos, el cinco veces ganador del Balón de Oro, considerado por la revista Forbes uno de los cuatro deportistas más ricos del mundo con unos ingresos anuales de 64,7 millones de dólares, podría verse en el foco de una nueva investigación judicial.

En Madrid, la fiscalía de la Audiencia Nacional, jurisdicción especializada en los delitos económicos mayores, anunció la apertura de «una investigación por blanqueo de dinero en relación con el despacho de abogados» Mossack Fonseca, dijo una fuente judicial a la AFP.

El objetivo es indagar en las actividades de los clientes de esta firma en España entre los que figurarían, además del astro argentino, la tía del rey de España, Pilar de Borbón y el cineasta Pedro Almodóvar o su hermano Agustín, que se defendió como Messi, asegurando que la sociedad era «inactiva».