Opinión de Robinson R. Gálvez Lay
Desde hace unos años hacia la fecha, la Libertad de Expresión y Difusión del Pensamiento ha servido como una especie de escudo para aquellos que quieren recurrir al libelo, a la difamación, a la injuria y hasta al descrédito de terceros, justificando con ello la famosa democracia y/o libertad de expresión.
Obviamente entre los responsables pululan los irresponsables, sobre todo cuando nos damos cuenta de que existen quienes escudeándose de esa Ley y apoderándose de la misma, pisotean al enemigo a como dé lugar y hasta se orinan en la Constitución, como que na e na, lo que se ha convertido en una práctica constante.
Pero cuando más nos percatamos de todo esto, es precisamente en esta época de campaña o proceso electoral, claro, como siempre estamos en política no nos sorprende en otras circunstancias, y por eso incluso vemos a la bajeza que llegan nuestros políticos.
De hecho ya tenemos un precedente, justamente en las elecciones pasadas del año 2012, con el comunicador-abogado santiaguero Marcos Martínez, en el momento era del PRD, y la hoy vicepresidenta de la República, para entonces Primera Dama, Margarita Cedeño de Fernández, todo con el único fin de desacreditarla porque era una de las principales figuras del argot político nuestro. Ya todos conocemos el hecho.
Pero también vimos que el senador por Peravia-Baní, Wilton Guerrero del PLD, llegó a la misma bajeza que el PRD, cuando dijo que Hipólito Mejía, también una de las principales figuras del ámbito político nuestro, por demás candidato presidencial en su momento, había viajado en un avión acompañado del Cartel de Sinaloa-México y otros lo sacaban de contexto en muchas cosas que supuestamente había dicho. Claro, aquí hay que recordar que en eso estaban los aliados que ya no están.
Caso vídeo en canales
Este proceso electoral al parecer no es la excepción. A raíz de la no transmisión del famoso vídeo, anunciado con bombos y platillos por el PRM, se ha desatado una cadena de ataques, tanto a los dueños de esos dos canales de televisión (9 y 11) como al propio Gobierno y en específico al presidente Danilo Medina y a sus más cercanos colaboradores.
Los departamentos jurídicos o legales de esos prestigiosos canales determinaron que habían puntos en los que determinaban la posibilidad de ser demandados, precisamente porque el vídeo recurría a la difamación e injuria, incluso hasta con imágenes en las que según ellos hubo montajes, como el supuesto apresamiento del ex presidente brasileño Luiz Ignacio Lula Dasilva.
Pude observar hace unos días en televisión cómo un vocero de la oposición decía que hay que salir de este Gobierno de mafiosos, encabezado por el presidente Danilo Medina, y continúa diciendo que votar por Danilo es votar por un presidente sin escrúpulos, olvidando que en ambos casos cae en el libertinaje, más que a ser opositor.
Las redes sociales nos son la excepción en las campañas sucias. También ahí se ven cosas indecibles, haciendo causa común con los que han caído en la violación a la Ley de la Liberta de Expresión y Difusión del Pensamiento.
Se ha evidenciado en estas elecciones la violación a leyes y a derechos fundamentales, lo que dista mucho de quienes nos van a gobernar y a legislar en un futuro venidero, el irrespeto a la investidura y figura presidencial, por lo que desde aquí abogamos que no siga siendo una práctica que llegue a ser algo normal, dentro y fuera de época electoral.