fotoNueva York, 20 de Abril (EFE).- La atención política que se centró los últimos días en las primarias en Nueva York se trasladó hoy ya a otros estados, aunque se siguen contando aún los últimos votos para cerrar un escrutinio que ha dado como claros vencedores a la demócrata Hillary Clinton y al republicano Donald Trump.

Con el 99 % del escrutinio, Clinton acaparó el 57,9 % de los votos o un total de 1,04 millones de sufragios, frente al 42,1 % del senador por Vermont Bernie Sanders, que representa a la izquierda del Partido Demócrata. Con estos datos, Hillary Clinton se anota en Nueva York 139 delegados para la convención demócrata que se celebrará entre el 25 y 28 de julio en la ciudad de Filadelfia y en la que se designará al candidato presidencial de ese partido.



Clinton completa así 1.446 delegados, pero necesita aún 937 para asegurarse la victoria en Filadelfia y ya se encuentra en esa misma ciudad para continuar con una campaña que el 26 de abril tendrá otro “supermartes”, con las votaciones en cinco estados.

Trump, por su parte, salió hoy para Indiana, a fin de seguir su campaña con la votación del 3 de mayo, que puede permitir al magnate neoyorquino sumar apoyos para que su avance no esté expuesto a maniobras en la convención republicana que se celebrará en la ciudad de Cleveland entre el 18 y 21 de julio. Con los 89 delegados que ha conseguido en Nueva York Trump acumula ya 844, frente a los 543 que tiene su más inmediato seguidor, el senador Ted Cruz, pero se necesitan 1.237 delegados para asegurarse el triunfo en la convención.



En su mensaje de anoche tras triunfar en su estado natal, Trump advirtió sobre posibles maniobras en Cleveland para evitar que se adjudique la candidatura si no consigue esos 1.237 delegados cuando terminen los comicios internos. “Iremos a la convención como ganadores y nadie podrá quitarnos la elección a la manera como se las gasta el Partido Republicano”, afirmó Trump, que calificó además como “podrido” el sistema de elección del candidato presidencial en la convención republicana.

“Nadie debería aceptar delegados que no ha conseguido él mismo, como yo”, agregó el empresario convertido a político, en alusión a posibles maniobras de Cruz para extender su influencia en delegados que no han expresado explícitamente su apoyo hacia él. Figuras como el editor Steve Forbes, que también buscó su candidatura presidencial en 1996 y 2000, apoyaron hoy la posición de Donald Trump y aseguró que, aunque no llegue a los 1.237 delegados, no debería encontrar tropiezos para ganar la candidatura. “Alguien va a tener que poner por delante a Trump, ya sea (el gobernador de Ohio John) Kasich o alguien más”, agregó Forbes.

Mientras Clinton y Trump se sumaban a las nuevas etapas, Sanders, que había apostado mucho por Nueva York, el estado en el que nació, se tomaba hoy un descanso, en el estado de Vermont, para evaluar el curso de su campaña electoral. De momento quedan dos aspirantes demócratas y tres republicanos, pero, aunque en ocasiones anteriores ha habido otros aspirantes que anunciaban su retirada, especialmente desde el nutrido grupo inicial de aspirantes republicanos, no hay indicaciones de que, a raíz de la votación en Nueva York, vaya a ocurrir algo parecido.

The New York Times, en un editorial publicano hoy, hizo un llamamiento para que se mantengan en la carrera Sanders y el republicano Kasich, que solo ha conseguido 147 delegados y ganado exclusivamente el estado del que es gobernador.

Trump y Cruz quieren a Kasich fuera de la competición, dice el diario, pero este se ha convertido “en el individuo que parece más cuerdo en el campo republicano, y lo ha sido desde el principio”, sostiene el editorial. El papel de Sanders, por su parte, ha permitido que la campaña electoral quede “mejor delineada”, lo cual “es la mejor preparación para la elección presidencial”, y sigue siendo la voz de “las preocupaciones y energías de millones de jóvenes”.

Por otra parte, las autoridades de Nueva York siguen recibiendo reclamos de ciudadanos que se quedaron sin votar este martes en el distrito de Brooklyn por errores en los padrones electorales y que afectaron a unas 125.000 personas. El caso lo lleva el controlador electoral de Nueva York, Scott M. Stringer. Fuentes de su oficina dijeron que los reclamos telefónicos continuaban hoy y la idea es investigar cuál fue la razón que impidió el voto de todos ellos para evitare esta situación en el futuro. EFE