Estados Unidos. Faye Wilkins, de Plymouth, tenía 14 años cuando el médico, después de examinarla, le informó algo que jamás había escuchado en su vida: había nacido con dos vaginas, dos úteros y dos cuellos de útero.
La niña llegó al consultorio debido a una rotura del útero y allí fue que se enteró de que padecía de una rara enfermedad llamada “Útero didelfo”, que le causó tener dos “series” de órganos reproductivos femeninos.
Dos meses después de ser diagnosticada, fue sometida a una cirugía correctiva para unificar las dos váginas en una. Pero siguió manteniendo los dos cuellos de útero y los dos úteros.
En ese momento, los médicos le informaron que las posibilidades de que alguna vez quedara embarazada eran mínimas, que dependía prácticamente de un milagro.
Y el milagro sucedió…
En la actualidad, Faye Wilkins tiene 31 años y es madre de George, de dos años, y de Molly, de siete.
Los médicos no estaban tan errados en su pronóstico: la mujer perdió seis embarazos. Hasta que finalmente, pudo llegar a término con el último embarazo, que se formaron en ambos úteros.
Aunque sus hijos nacieron hace varios años, Faye Wilkins se propuso contar su historia al mundo entero para que otras mujeres que sufren de la misma enfermedad no bajen los brazos y tengan esperanzas.
¿Cuál es la causa del útero didelfo?
La Clínica Mayo explica la causa de esta enfermedad congénita: “En el útero femenino, el útero empieza a formarse en dos pequeños canales. A medida que el feto va desarrollándose, los conductos se unen y forman un único órgano, el útero. No obstante, puede suceder que esos conductos no se unan por completo. En su defecto, cada uno se desarrolla en estructuras separadas”.
Entre las mujeres que nacen con doble útero, hay algunas que tienen una sola cérvix o cuello del útero y una sola vagina, mientras que hay otras que tienen estos órganos por duplicado. Esto sucede debido a que cada una de las cavidades uterinas tiene su propio cuello, un tejido muy finito de la medida de la vagina, que divide la apertura en dos partes.
Fuente Holadoctor.com