Una pistola y un AR-15, fusil de asalto semiautomático, hecho de aluminio y plástico, fueron las armas usadas por Omar Mateen para llevar a cabo la masacre en Orlando en contra del club Pulse, que dejó un saldo de 50 personas muertas.
Según informa El Mundo, Mateen logró adquirir este armamento de forma legal y sólo unos días antes de ejecutar la masacre. Una compra que no fue difícil de realizar pues cuesta sólo 500 dólares y se puede obtener a través de internet o en una tienda física.
De igual modo, el Estado de Florida exige tres requisitos para comprar el AR-15, no tener antecedentes penales, ser mayor de 18 años y un certificado que indique que la persona no tiene problemas psiquiátricos.
Una de las principales características del AR-15 es que permite dar con objetivos a unos 600 metros de distancia, además incluye un cargador de 30 balas, las que pueden ser disparadas en menos de un minuto.
Debido a estos rasgos, esta arma es usada por el Ejército de Estados Unidos para combatir en Irak o Afganistán, pero pese a estar pensada como un instrumento bélico, más de 1,5 millones de copias han sido vendidas a civiles en EEUU.
Influencia de la NRA
La Asociación Nacional del Rifle (NRA según sus siglas en inglés), jugó un rol vital en que el AR-15 pueda ser adquirida de forma fácil en cualquier comercio.
La comercialización de esta arma se encontraba prohibida hasta 2004, pero el lobby desarrollado por esta organización logró eliminar las restricciones en su contra.
Desde entonces, la AR-15 ha estado presente en una serie de tiroteos en Estados Unidos, como la ocurrida el 2012 en Conecticut o el 2015 en San Bernardino.
Por esta situación, en Estados Unidos está en debate su prohibición, lo que ha llevado a que tiendas de armas realicen promociones y ofertas para que las personas adquieran el AR-15 antes de que se limite su venta