Santo Domingo, República Dominicana. Al parecer la cantante Martha Heredia está condenada a vivir toda su vida bajo la sombra de un escándalo.
Desde sus aparición en el ambiente artístico en el concurso Latin Amercian Idol, su turbulenta relación con Vakeró, la muerte de un haitiano en un accidente de tránsito y hasta su reclusión por tráfico de heroína no ha existido la manera en que esta joven pueda encausar su vida alejada de los bochinches y malos ratos.
No ha existido consejos que tengan efectos en ese cerebro, que aún no asimila que debe existir un cambio en su vida.
A pesar de cometer un delito tipificado con hasta 15 años en prisión, a Martha no se le ha dejado reflexionar en ningún momento, porque el nuevo modelo penitenciario ha querido usarla como ejemplo, otorgando privilegios que ante la sociedad no han caído bien, presentándose en programas de televisión, asistiendo a desfiles de moda, grabando discos, entre otras cosas.
Lo último es que el procurador Francisco Domínguez Brito pedirá que sea revisada la medida con la que fue favorecida Martha, la figura jurídica del Medio-Libre le permite salir los jueves desde la 7:00 de la mañana de la prisión, integrarse a un empleo (obligatorio) de dos días (jueves y viernes) y estudiar los sábados en la Universidad Abierta para Adultos (UAPA).
Domínguez Brito alega que que la forma en que Martha Heredia ha manejado la oportunidad de “medio libre” otorgada por el juez la daña a ella y al sistema”.
La población también se queja del sistema, debido a que otros casos de mayor importancia han pasado por alto en la justicia dominicana y hacen ver a la cantante como una víctima, esto se da porque a que no aplican la ley a todos de la misma manera.
De revisarse o variarse la medida Martha tendrá que esperar a cumplir la mitad de su condena y salir «Por buena conducta».
Mientras tanto, el tiempo que ella debiera ocupar para reflexionar y dar un giro a su vida no lo está haciendo, porque el ruido y los escándalos no la dejan analizar.
Ojalá que su vida no termine como la de muchos jóvenes que han tenido todo el talento del mundo, todas las oportunidades, pero no conocen lo que se llama disciplina.