El gobierno interino de Brasil propondrá al parlamento autorizar la venta de tierras agrícolas a extranjeros, una medida prohibida en 2010 y hoy alentada por el nuevo ministro de Agricultura Blairo Maggi, apodado “el rey de la soja”.
Para el gobierno de Michel Temer, la medida atraerá más inversiones extranjeras, por ejemplo para concesiones en materia logística.
Temer reemplazó en mayo en la jefatura de gobierno a la presidenta Dilma Rousseff mientras ésta es juzgada por el Senado por manipulación de las cuentas públicas.
Si Rousseff es finalmente destituida, Temer gobernará hasta el fin de su mandato, el 31 de diciembre de 2018.
“Hoy los extranjeros no tienen derecho a comprar tierras. Esto tiene una consecuencia sobre el crédito, porque los bancos extranjeros que prestan a Brasil no pueden recibir tierras como garantía. Hay que poder vender”, declaró Maggi en entrevista este lunes con el diario O Estado de Sao Paulo.
Para aumentar las exportaciones y salir de la profunda recesión que atraviesa la primera economía de América Latina, Maggi sugirió a Temer “pedir ayuda al gobierno chino”.
China es actualmente el primer socio comercial del gigante sudamericano. Brasil es el segundo productor mundial de soja, detrás de Estados Unidos.
“Sugerí al presidente Temer viajar a China desde que la situación política esté solucionada para pedir personalmente al gobierno chino que considere a Brasil de forma privilegiada. Sabríamos reconocer este esfuerzo en el futuro”, dijo Maggi.
El ministro recibió el premio “Motosierra de Oro” de la ONG ecologista Greenpeace en 2005, cuando fue considerado uno de los mayores responsables de la deforestación en la Amazonia.
En 2010, el gobierno Rousseff modificó una ley de 1971 para “disuadir” a Estados que quieran garantizar su seguridad alimentaria a través de la compra de tierras en el extranjero vía empresas o fondos de inversiones.
La medida apuntaba justamente a bloquear compras de China, que adquirió inmensos territorios en Africa para asegurar su suministro de cereales.
“Africa es bien diferente. Aquí en Brasil tenemos leyes, bancos, una política agraria. Hay reglas de comercio que nos protegen”, dijo recientemente al portal internet GGN una fuente cercana a Temer.
AFP