Alguna vez podría sucederte que, por error, un banco o asociación de ahorros y préstamos te deposite dinero que no te corresponde. Quizá el cajero o la cajera confunda un número de cuenta, escriba una cifra de más al digitar la cantidad que te tiene que acreditar o cuente mal en tu “beneficio”.
Como seres humanos, los empleados de las entidades de intermediación financiera están sujetos a cometer estos errores, que por cierto, en algunos casos, implican que se les reste de sus salarios el monto entregado de más.
Otras veces el fallo no se genera precisamente en la entidad bancaria, sino en las empresas o instituciones a las que brindan servicios, como el de gestión del pago de nómina de los empleados.
Al elaborar la nómina una persona podría cometer un error grave como escribir RD$150, 000 por RD$15,000, cantidades que, como ves, solo se diferencian en un cero.
¿Qué consecuencias te traería usar un dinero que no es tuyo?
Ciertamente, no es tu culpa que el banco o la empresa para que laboras se haya equivocado y te deposite dinero de más. Sin embargo, pagar deudas con esos recursos o irte de compras traería consecuencias como que te debiten el dinero gastado de las cuentas de las que eres titular.
Serías responsable de utilizar un dinero que no es tuyo. En caso de que no tengan fondos suficientes para pagarlo, la cosa se pondría peor. Se iniciaría un proceso legal en el que de seguro no te gustaría verte involucrado.
Solución: aplica la ética más elemental
¿Ves dinero que no te corresponde en una de tus cuentas? Pues llama al banco y pide que te expliquen la situación. Quizá no se trata de un deposito por error, tal vez fuiste el ganador en algún concurso, quién sabe.
Nuestros amigos de www.argentarium.com nos recomiendan algo: “no hacer al otro lo que no quisiera que me hagan a mí”. Errar es de humanos, pero no es ético sacar beneficio de las equivocaciones de los demás.