Santo Domingo, República Dominicana. La vicepresidenta Margarita Cedeño difundió ayer un escrito en el que hace referencia a la perdida de los valores y el deterioro moral en el que está sumergida esta sociedad.
Su preocupación es válida y compartimos parte de lo expresado en su exposición, pero dentro de sus planteamientos Margarita pasó por alto varios aspectos que inciden en lo que hoy estamos viviendo.
El primero es que la clase política que nos gobierna desde 1996 se encargó de vender las empresas generadoras de empleos al sector privado, dejando en la calle a miles de obreros que salieron a las calles a buscar alternativas para sobrevivir.
Al hablar de valores a Margarita se le olvidó que su esposo, el expresidente Leonel Fernández fue un promotor hasta cierto punto de lo que hoy tenemos, esto cuando implementó PEME (Programa de Empleos Mínimos Eventuales) en los que a más de 3mil delincuentes se les pagaba para mantener la paz social, cuando fue quitada esta dádiva también salieron a las calles a robar y matar.
Hablando de valores fuera justo que la vicepresidenta también tocara el tema de la destrucción de la institucionalidad del país, con la misma se creó un precedente de impunidad y en los que la justicia solo juzga a los de abajo, no a los delincuentes que se roban el horario y que después pasan a ser honorables.
Dice Margarita que no hay respeto hacia la propiedad ajena, eso es cierto, lo estamos viviendo y sufriendo, todo comienza con clase política, desde el mismo momento los recursos que tienen que llegar al pueblo son sustraídos, dilapidados o robados.
Entiendo que los políticos en sentido general no pueden hablar de valores cuando todo el mundo sabe aquí cómo se ganan unas elecciones.
Así es que hablamos de valores, pero sin la careta.