La noticia de que una niña de 10 años de edad, residente en Moca, y un adolescente de 17 años, de Santiago, fallecieron este martes con síntomas de dengue, ha consternado a la población y ha motivado preguntarse cómo es posible que con tantas jornadas de concientización y la aguerrida campaña contra esta enfermedad, el Zika y el chinkunguya en los medios de comunicación, realizada por los distintos ministerios del Gobierno y otras entidades, sigan muriendo personas por esta causa.
Al parecer algo anda mal, o los esfuerzos del Estado no han logrado surtir el efecto deseado en la ciudadanía para lograr que los mosquitos transmisores de estos virus continúen propagándose y cobrando vidas.
De acuerdo a los datos de Salud Pública, en la Semana Epidemiológica número 22, se notificaron 94 casos probables de dengue en personas residentes en 41 de los 155 municipios del país. Más de la mitad de los casos probables informados en las últimas cuatro semanas (259/406) proceden de 14 municipios.
Asimismo, se detalla que en lo que transcurre del año, se han registrado 4,671 casos probables de dengue, de los cuales 24 fallecieron. Nueve provincias se mantienen en alerta amarilla; es decir, con una incidencia de 1 a 10 casos por 1000 habitantes y circulación del virus del dengue demostrado por laboratorio; no obstante, muestran una tendencia de reducción en el número de casos probables notificados semanalmente.
Indica el periódico Dominicanoshoy.com que lamentablemente, los menores fallecidos, identificados como Ashley Estrella y Edwin Vásquez, quienes murieron tras ser trasladados desde subcentros de salud de sus respectivas comunidades a una clínica de Santiago, no pudieron ser salvados a tiempo, pese a que ambos permanecieron por largo tiempo ingresados en clínicas y hospitales con afecciones causadas por la picadura del mosquito transmisor del dengue.
Salud Pública investiga
Las autoridades de Salud Pública de la zona norte investigan la muerte de la niña y el adolescente para determinar las causas reales por las que fallecieron.
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Aunque en los centros de salud como el hospital infantil Arturo Grullón y Cabral y Báez ha disminuido el número de afectados por la enfermedad, en las clínicas de Santiago siguen llegando casos, la mayoría de ellos procedentes de otros pueblos de la región.
